Las hernias abdominales pueden aparecer por múltiples factores. En algunos casos, pueden ser congénitas debido a que las hernias podrían manifestarse por la debilidad de músculos abdominales. Asimismo, pueden adquirirse por exceso de peso, embarazo, estreñimiento, realización de esfuerzo físico (mover o levantar objetos pesados) o por cirugías previas, entre otras situaciones que predisponen la aparición de las mismas.
En la mayoría de los casos las hernias son asintomáticas y sólo se perciben por un bulto que aparece en la pared abdominal, o por medio de un estudio de rutina (ecografía) a pedido del médico. Sin embargo, puede ocurrir que generen molestias o dolores en forma gradual y al realizar movimientos específicos como subirse al auto, sentarse en ciertas posiciones o al hacer actividad física.
Cuando el dolor persiste y empeora con el tiempo, la complicación de una hernia puede ser el atascamiento y posterior estrangulamiento en algunos casos. Esto sucede cuando el intestino que entra a la hernia queda atrapado de forma que no puede regresar a su lugar natural, la cavidad abdominal, provocando una oclusión intestinal (bloqueo parcial o total del intestino) con posterior infarto del área involucrada, provocando síntomas puntuales como vómitos dolor muy intenso, fiebre y peritonitis.
En principio se habla de un atascamiento, pero con el correr de las horas se produce la estrangulación y el déficit de irrigación en el asa intestinal, ocasionando el infarto de la misma y la necesidad de ser intervenida quirúrgicamente para prevenir la muerte de los tejidos.
Las hernias nunca desaparecen por sí solas y al ser alteraciones de la pared abdominal, en el 100% de los casos, la única forma de tratarlas es mediante una cirugía. El procedimiento ideal utilizado en la actualidad para este tipo de hernias es a través de la técnica laparoscópica, la cual consiste en aplicarle al paciente anestesia general y realizar tres pequeñas incisiones, menores de 1 cm, en la pared abdominal.
De esta manera, para la reparación se utiliza una malla o prótesis de polipropileno que se fija en la pared posterior del abdomen, con clips especiales, obturando el orificio herniano y evitando la protrusión del intestino por el mismo.
Esta intervención dura aproximadamente una hora, y el paciente puede permanecer internado entre 12 y 24 horas. Las incisiones que se le realizan son pequeñas, lo que significa menor dolor post operatorio, estéticamente casi imperceptible, y lo más importante, una rápida recuperación e inserción a las actividades cotidianas y laborales.
Sin embargo, durante el postoperatorio inmediato el paciente debe tener en cuenta algunas recomendaciones, como permanecer de siete a diez días en reposo y no realizar esfuerzos o actividad física durante aproximadamente 3 semanas, ya que de lo contrario las hernias podrían reaparecer.
Las hernias abdominales son muy frecuentes en la comunidad. Lo importante es prestarles atención ya que, de no hacerlo, podrían generar complicaciones que afecten la salud del paciente.
Por eso, si se observa algún cambio en el abdomen o siente molestias es necesario recurrir al médico. Los profesionales que integran nuestro Servicio de Cirugía General disponen de todas las herramientas necesarias para realizar el diagnóstico y tratamiento de las hernias abdominales.
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