Las personas están más expuestas a contraer dermatitis en primavera ya que ciertos elementos y agentes irritantes comienzan a realizar actividades al aire libre.
Debido a ello, el contacto con una serie de alergenos (sustancias capaces de producir alergía) como el polen y el polvo es frecuente. Además, al utilizarse menos ropa, la piel está en mayor contacto con dichos agentes.
A estos factores se agregan otros, como la sequedad cutánea, los cambios de temperatura y el estrés: todos ellos pueden desencadenar dermatitis atópica (DA), manifestación cutánea de la alergia. La gran mayoría de los pacientes presentan la forma leve o moderada de la enfermedad, siendo muy bajo el porcentaje de casos graves. En el 20 al 60% de los individuos se asocian cuadros respiratorios (asma-rinitis); 40 al 67% de los enfermos relatan antecedentes personales y/o familiares de atopia.
En el 65 % de los afectados, los síntomas de dermetitis en primavera comienzan en el primer año de vida; en el 85% las lesiones se desarrollan antes de los 5 años de edad.
Existe mayor frecuencia de Dermatitis Atópica en regiones urbanas que en rurales.
Las lesiones se localizan principalmente en zona de pliegues, en la cara anterior del codo, en la parte posterior de la rodilla y en brazos y piernas, en general. En los niños más pequeños se puede observar un enrojecimiento de las mejillas, dejando una palidez alrededor de la boca y la nariz, y además, si el episodio es importante, puede haber secreción de líquido en el área del eccema.
Los pacientes con dermatitis atópica se deben bañar con agua tibia (menos de 37 ºC), siempre usando productos de higiene adecuados, con efecto calmante, hidratante y nutriente. La duración del baño debe ser corta, 5 a 10 minutos (máximo 20 minutos). Secar la piel sin frotar, humectarla inmediatamente después de salir del baño con productos adecuados que el dermatólogo le aconsejará.
Servicio de Dermatología - Sanatorio Allende
marzo 20, 2024
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