El síndrome del intestino irritable, comúnmente conocido como colon irritable, es un trastorno funcional del tubo digestivo que puede aquejar a una persona durante años o incluso, toda la vida. Suele aparecer antes de los 35 años de edad y con mayor prevalencia en el género femenino, disminuyendo su incidencia a partir de los 60 años. En Sanatorio Allende, el 50 por ciento de las consultas realizadas en el Servicio de Gastroenterología se encuentran relacionadas a esta patología.
Esta afección aqueja a gran parte de la población, manifestándose entre 2 y 4 veces más en mujeres que en hombres. 
El síntoma característico es el dolor o malestar abdominal que, en la mayoría de los casos, se manifiesta como cólico (dolor agudo, intermitente y espasmódico), de localización variable y cuya intensidad suele modificarse con la defecación. Otro indicio del síndrome es la diarrea que se presenta durante el día luego de una comida, la que puede estar precedida por dolor cólico abdominal y estreñimiento (incapacidad de eliminar heces duras que provocan esfuerzo defecatorio). Este último síntoma es más frecuente en las mujeres, al igual que la distensión abdominal o la sensación de evacuación incompleta.
colon irritable
Existen otras manifestaciones vinculadas a la digestión, como la distensión abdominal (hinchazón del abdomen), la pirosis (sensación de quemazón o ardor en la garganta), o bien, ciertos trastornos funcionales como la dispepsia funcional, trastorno de la digestión que se origina luego de las comidas y cuyas características más frecuentes son náuseas, pesadez, dolor de estómago, ardor y flatulencias.
La presencia de molestia o dolor abdominal durante al menos 12 semanas (no necesariamente consecutivas) en los últimos 12 meses y que se acompañe de alivio con la defecación o con cambios en la frecuencia y consistencia de las deposiciones, son criterios considerados por el profesional médico al momento de diagnosticar el síndrome del intestino irritable.
Para precisar el diagnóstico de esta patología se lleva a cabo una minuciosa historia clínica, una completa exploración física y se solicitan pruebas complementarias que descarten o corroboren las sospechas médicas. Estas pruebas pueden incluir análisis generales y específicos de sangre, orina y heces, estudios radiológicos de abdomen, ecografía abdominal y colonoscopías.
colon irritable
La colonoscopía es un estudio de exploración que permite la visualización directa de todo el intestino grueso y que debe ser considerada como un estudio de rutina a partir de los 50 años, tanto en varones como en mujeres. 
El tratamiento del síndrome del intestino irritable es personalizado, debido a que los síntomas predominantes en un paciente son distintos al de otro. El control de la patología incluye medidas higiénico-dietéticas, que consisten en evitar fibras insolubles (cereales, salvado, etcétera), la ingesta excesiva de grasas, bebidas gaseosas, goma de mascar, edulcorantes o legumbres. A su vez, se considerará un tratamiento farmacológico dependiendo de la intensidad de los síntomas y de las características individuales de cada paciente. Con el objetivo de controlar el síntoma predominante es posible recetar inhibidores de los espasmos (espasmolíticos), estimulantes de la movilidad (procinéticos), antidiarreicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.
No se conoce una explicación única que determine por qué los pacientes con colon irritable sufren sus síntomas de forma crónica. Las intolerancias alimentarias, las alteraciones hormonales o distintos factores genéticos se postulan como trastornos que podrían influir en el desarrollo del síndrome. Lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la movilidad y/o de la sensibilidad digestiva influenciadas por factores psicológicos como el estrés, el cual reduce la capacidad del intestino para eliminar los agentes nocivos. Esta situación facilita el contacto prolongado de éstos con el sistema inmunológico y provoca una extrema respuesta inflamatoria, razón por la que es aconsejable complementar el tratamiento con algún tipo de terapia psicológica.
Si bien el síndrome del intestino irritable puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen y afecta determinadas actividades sociales, no indica una mayor probabilidad de padecer cáncer ni de acortar la vida.
Es el trastorno gastrointestinal más diagnosticado y la segunda causa de ausentismo laboral luego del resfriado común.
colon irritable
Para prevenir futuros problemas de colon irritable una alimentación adecuada puede ser de ayuda. Se recomienda que las comidas sean ricas en proteínas, fibras y bajas en grasas, evitando aquellos alimentos que pueden provocar mayor cantidad de gases, como legumbres, frutos secos, bebidas alcohólicas, gaseosas, tabaco y café.
El agua contribuye a reducir la irritaciónsi se bebe entre 1 ½L. y 2L. por día previene el estreñimiento y facilita el movimiento del bolo alimenticio. Asimismo, se recomienda intentar comer todos los días a la misma hora, regularizar los momentos de deposiciones, practicar ejercicio de forma regular para mejorar la movilidad intestinal, y evitar situaciones que generen estrés o ansiedad.

Información Útil

Gastroenterología Hepatología y Videoendoscopía

Cerro / Nueva Córdoba


Edificio Cerro

Pedro Simón Laplace 5749, Esq Blas Pascal - Villa Belgrano- Córdoba

1° piso

Mapa
Edificio Nueva Córdoba

Obispo Oro 42 - Córdoba Independencia 757 - Córdoba

5° piso

Mapa

Notas Relacionadas

¿Cómo reconocer los distintos cuadros inflamatorios intestinales?

marzo 27, 2024

Pancreatitis: ¿por qué se inflama el páncreas?

marzo 20, 2024

Acidez estomacal: ¿cómo prevenir la enfermedad por reflujo gástrico esofágico?

noviembre 26, 2023