La cardiopatía congénita es la malformación más frecuente en recién nacidos. Las causas por las que se producen las cardiopatías congénitas son desconocidas. Algunas presentan antecedentes familiares, por lo que podría existir algún vínculo genético.
Con el pasar de los años, el tratamiento de esta patología ha ido evolucionando gracias a las técnicas quirúrgicas o endovasculares.
Se han logrado corregir en un 95% los casos mediante cirugía cardiovascular o por técnicas endovasculares.
Las cardiopatías congénitas pueden ser observadas desde la semana 20 de gestación mediante una ecocardiografía fetal. Se trata de un estudio simple, no invasivo y fundamental para diagnosticar y evaluar la gravedad de la mayoría de estas patologías.
A la hora de determinar cuál es el tratamiento adecuado en cada paciente, influye un amplio número de factores. Entre ellos:
Durante el período postnatal el diagnóstico se realiza a través de ecocardiográficas. También pueden efectuarse estudios más complejos y mínimamente invasivos para confirmar de qué cardiopatía se trata.
El tratamiento por cateterismo terapéutico ha reemplazado a la cirugía convencional en este último tiempo. Esto es así ya que los tratamientos son menos invasivos y, disminuyen el riesgo y los tiempos de interacción del paciente.
Es un defecto cardíaco que está presente al nacer, por lo tanto, es congénito. Mientras el bebé se desarrolla en el útero, se forma una pared (tabique interauricular) que divide la cámara superior en aurícula izquierda y derecha (ver imagen). Cuando la pared no se forma correctamente, esto puede provocar una anomalía que permanece después del nacimiento.
El cateterismo terapéutico, es uno de los procedimientos que, gracias a la técnica endovascular, ha reemplazado en gran medida a la cirugía para tratar a niños con CIA.
Defecto en el tabique auricular que lleva a una Comunicación Interauricular (CIA). Foto: Sanatorio Allende.
Esta patología se da en el 6-10% de los pacientes con cardiopatías congénitas, y habitualmente son cerradas en edad pediátrica ya que conlleva un elevado riesgo de patologías como:
Cuando la alteración es muy amplia, no tiene bordes adecuados y presenta otros defectos endovenosos, se procede directamente con un cierre quirúrgico.
Los procedimientos de intervencionismo percutáneo constituyen en la actualidad una alternativa segura y eficaz al tratamiento quirúrgico de numerosos defectos cardiacos congénitos. Son de primera elección en el tratamiento de determinadas cardiopatías, como las estenosis valvulares, la recoartación de aorta y la coartación de aorta nativa en adolescentes y adultos.
Constituyen un complemento valioso en la preparación, paliación de secuelas y tratamiento de complicaciones en cardiopatías complejas.
Servicio de Cirugía Cardiovascular Infantil – Sanatorio Allende
Nueva Córdoba