El confinamiento puede afectar al sistema circulatorio. Desde el Sanatorio Allende te contamos sobre la Enfermedad Arterial Periférica, una de las patologías a la que hay que prestarle particular atención y qué medidas preventivas ayudan a recuperar un estilo de vida más saludable.

Las molestias que suelen presentarse al caminar en las personas a partir de los 50 y 60 años pueden haber quedado enmascaradas, o relegadas, por el confinamiento que se vive desde hace unos meses. Por esta razón, hay que prestarles atención a esas inquietudes. Se trata de las enfermedades arteriales periféricas o arteriopatías periféricas. Son aquellas que se caracterizan por la disminución del flujo sanguíneo y, por ende, de la nutrición de los diversos tejidos de las extremidades. Es un problema circulatorio más frecuente de lo que se cree y que, en varias ocasiones, se confunde con otras molestias o bien pasa desapercibido hasta que ya produjo demasiado daño en las arterias.

Su causa más común es la ateroesclerosis, que se caracteriza por el endurecimiento de las arterias debido a la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en sus paredes que forman placas, también conocidas como ateromas. Esto provoca un daño en su estructura y disminuye su calibre progresivamente con la consecuente restricción del flujo sanguíneo que ellas aportan.

enfermedad arterial periférica

La ateroesclerosis puede afectar a todas las arterias del organismo, pero afecta especialmente a las del corazón (coronarias), del cerebro, la aorta y las arterias de las extremidades inferiores (piernas).

Si bien esta patología puede afectar a hombres y a mujeres por igual, se presenta con mayor frecuencia en la población masculina. Se trata de un proceso de evolución lenta y que puede cursar sin manifestaciones por un tiempo. Esto quiere decir, que la mayoría de quienes la padecen no presentan síntomas, y si lo hacen son leves o se confunden con otras afecciones. Sin embargo, en algunos casos, se manifiesta con dolor en las piernas al caminar, que puede localizarse en los muslos o en las pantorrillas según cuáles sean las arterias afectadas. Este síntoma se llama claudicación intermitente, y también es conocido como el síndrome del mirador de vidrieras, ya que hace que quienes lo sufren tengan que detener la marcha, descansar unos minutos para que el dolor alivie y seguir caminando.

¿Cuáles son sus síntomas?

Cuando la enfermedad progresa y afecta la irrigación de músculos y tejidos, el dolor puede aparecer aun estando quieto. Esta situación puede hacer que el dolor lo despierte durante la noche y necesite bajar los pies al costado de la cama para que calme. También pueden indicar mayor deterioro de la nutrición de los tejidos el cambio de color de la piel de las piernas o los pies, la disminución del crecimiento del vello, de las uñas y la aparición de lesiones o heridas que tardan demasiado tiempo en curar.

¿A quiénes afecta?

Cualquier persona puede sufrir Enfermedad Arterial Periférica y sus complicaciones. Es importante tener en cuenta que, así como hay ciertos hábitos que alejan las probabilidades de padecerla, hay otros factores que aumentan su incidencia. Entre éstos, el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, el colesterol elevado, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada son los más importantes. Si se logra controlar los principales factores nocivos es posible prevenirla. Incluso la detección temprana de esta enfermedad permite realizar un tratamiento efectivo y evitar complicaciones severas. Por esta razón, es importante estar alerta y consultar a un profesional especialista para evaluar la salud vascular ante la presencia de alguno de los síntomas o trastornos mencionados.

En este tiempo de aislamiento preventivo por la pandemia, que involucra especialmente a las personas mayores y a quienes ya tienen algún problema de salud, la imposibilidad de salir a caminar o hacer ejercicio puede influir en que los procesos ateroescleróticos que afectan las arterias las perjudiquen aún más, sumado también al estrés de las preocupaciones y la distancia con los afectos. Es por ello que, resultan de gran importancia las medidas de prevención y detección temprana.

¿Cómo prevenirla?

Procurar una alimentación saludable y un peso adecuado, realizar actividad física con regularidad, controlar la presión arterial, abandonar el tabaco, son las principales medidas que ayudan no sólo a prevenir la aparición, las eventuales complicaciones y consecuencias de la Enfermedad Arterial Periférica, sino también a desarrollar una vida más sana y armoniosa.

Seguimiento y control

Aún en condiciones como las que ha impuesto la pandemia, y con el invierno en pleno auge, es posible mantener una buena actividad física en el hogar con los recursos que se tengan allí. Asimismo, y mediante el uso de Internet, profesionales especialistas brindan diferentes posibilidades de ejercicios para que se realicen durante el período de confinamiento. Por lo tanto, es cuestión de tomar la decisión, elegir la mejor calidad de vida y actuar en consecuencia para cuidar la salud.

En cuanto a los consejos para detección y seguimiento de la enfermedad arterial periférica, se recomienda que las personas mayores de 65 años en general, los mayores de 50 con algún factor de riesgo cardiovascular y los menores de 50 años con diabetes, hipertensión o tabaquismo, aún si no tienen síntomas o molestia en las piernas, hagan las consultas necesarias para prevenir o, bien, tratar esta patología.

Tratamiento de la Enfermedad Arterial Periférica

Si el diagnóstico de Enfermedad Arterial Periférica es precoz, mejor será el pronóstico. El tratamiento dependerá del momento en que se la detecta, de los síntomas y de las molestias que comprometan el desempeño de la vida cotidiana. En algunos casos, puede indicarse cuidados y control de los factores de riesgo y la realización de ejercicios adaptados y supervisados por un profesional con el fin de estimular la circulación sanguínea. En otros casos, y cuando la enfermedad está avanzada, puede hacer falta un tratamiento más invasivo con intervenciones que pueden ser intravasculares, como la dilatación de las arterias con balones y colocación de stents, o incluso cirugías vasculares con By Pass (puente) para llevar el flujo sanguíneo a las arterias obstruidas y mejorar la nutrición de los tejidos.

Tratamiento en nuestro Sanatorio

La Unidad de Medicina Vascular (Angiología Clínica)  está conformada por un grupo de profesionales capacitados en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento médico de las enfermedades arteriales, venosas y linfáticas de todo el cuerpo y de las trombosis. Para el diagnóstico de las enfermedades arteriales se llevan a cabo estudios en el Laboratorio Vascular como el Índice Tobillo-Brazo, la Medición de Presiones de las arterias con esfuerzo y la Ecografía Doppler vascular periférica. También se trabaja en conjunto con otros profesionales de las áreas quirúrgicas y de tratamientos endovasculares involucrados en el manejo y seguimiento de estas afecciones para optimizar la atención y acompañarlos en el cuidado de una vida más saludable.

Porque queremos seguir cuidando de vos y tu familia, te invitamos a sumarte a la próxima charla en vivo “¿Cómo cuidar mis arterias? Del corazón a los pies” el martes 14 de julio a las 17 hs. Durante la charla, podrás completar un cuestionario y enviárselo a nuestra profesional para recibir una primera devolución médica. ¡Te esperamos!

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