La enfermedad de Alzheimer también puede afectar a aquellas personas que cuidan a los pacientes con dicha demencia. Por esta razón, resulta de gran importancia cuidar la salud física y mental de los cuidadores de los pacientes con Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer no sólo afecta al paciente que la padece, sino también a su núcleo familiar. Reconocer que un ser querido comienza a tener indicios de esta patología no es fácil, y asumir el compromiso de su cuidado significa todo un desafío. Es en este contexto en que aparece una nueva figura: el cuidador. Aunque cada situación y cada paciente con Alzheimer es único, el cuidador es una persona que dedica la mayor parte de su tiempo a la atención del enfermo.
Cuidar a una persona con Alzheimer implica ser testigo diario de sus limitaciones y debilidades debido a que pierden autonomía y se vuelven cada vez más dependientes. Este nuevo rol supone una carga cultural y moral de brindarle al paciente enfermo el mejor cuidado.
Asimismo, conlleva un esfuerzo tanto físico como emocional, siendo de vital importancia que el cuidador se cuide para poder cuidar. Esto se debe a que, al centrar la atención en el paciente, la salud, vida social e intereses del cuidador se dejan de lado. Esto puede desencadenar en el Síndrome del cuidador (o Burn Out) definido como un estado de agotamiento (físico o emocional) que experimenta la persona que cuida al paciente con Alzheimer.
Este síndrome tiene un comportamiento particular y diferente al que se observa en otras situaciones clínicas. Esto es debido a los múltiples desafíos en el cuidado a largo plazo que impone la Demencia como enfermedad. Algunos de ellos son:
Para prevenir su aparición es importante detectar una serie de indicios como cansancio, estrés y/o ansiedad, irritabilidad, aislamiento social, dolores y/o molestias en el cuerpo y trastornos del sueño. De esta manera, reconocerlos permitirá al cuidador realizar acciones y actividades que ayuden a modificar su situación.
¿Cómo debería cuidarse el cuidador?
La sobrecarga en el cuidado del enfermo repercute en que el cuidador descuide su salud. Por ello, es fundamental mantener rutinas saludables.
La situación de cuidado de un familiar con enfermedad de Alzheimer demanda el desarrollo de aceptación de numerosos aspectos y elementos adversos e inmodificables, tanto externos como internos. Asimismo, supone encontrar la mejor manera de poder desarrollar una actividad que, aún en presencia de obstáculos, implica dar pasos en función de aquello que es importante y valioso para cada uno.
Nuestro Sanatorio está formado por un equipo interdisciplinario de profesionales que trabajan día a día en la asistencia de pacientes con Alzheimer. El equipo médico pone a disposición un servicio de calidad en la construcción de hábitos saludables que permitan cuidar la salud tanto del paciente como la del cuidador.
Servicio de Neurología Adultos de Sanatorio Allende
abril 16, 2024
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