En algunos casos, y cuando conocemos el síntoma que padecemos, recurrimos a la automedicación. Esta práctica consiste en el uso de medicamentos por iniciativa propia y sin recomendación médica en el diagnóstico, la prescripción y el seguimiento del tratamiento. Sin embargo, no se tiene en cuenta el impacto que la automedicación tiene en la salud de las personas, al considerar tres conceptos esenciales: la toxicidad, la dependencia y la interacción con otros medicamentos y/o afección preexistentes en el paciente.

Se trata de un hábito muy frecuente y extendido entre la sociedad, tanto en mujeres como en hombres, pudiendo ser los niños y los ancianos los más perjudicados. La falta de tiempo para recurrir al médico es uno de los principales motivos que llevan al consumo de medicamentos por iniciativa propia. En ocasiones, su consumo puede producir riesgos en el paciente como agravamiento de la enfermedad, efectos adversos, intoxicación, ocultamiento de otro problema de salud más grave, desarrollo de resistencia a un antibiótico, utilización por un tiempo prolongado, interacción entre alimentos y medicamentos, almacenamientos en condiciones incorrectas, entre otros peligros.

automedicación

Dentro de los motivos más frecuentes por lo que una persona se automedica encontramos el dolor lumbar, de cabeza, de causa odontógena, estados gripales, así como también situaciones en las que el paciente cree tener una infeccion por haber tenido síntomas similares previamente y decide tomar antibióticos.

Los medicamentos más consumidos son los de venta libre, es decir sin receta médica, como analgésicos, antigripales, antibióticos y antiácidos. Sin embargo, el principal problema de esta práctica es distinguir hasta cuándo se lo debe tomar.

La resistencia a los antibióticos se produce cuando los medicamentos pierden eficacia en el tratamiento de una enfermedad, esto se debe a su uso excesivo y a que los microorganismos desarrollan mecanismos de defensa y el fármaco ya no hace el efecto que debería.

Es en este contexto donde se comienza a hablar de la automedicación responsable, la cual consiste en tener en cuenta ciertos cuidados a la hora de tomar medicamentos sin receta. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) esta práctica es posible y requiere de una educación sanitaria de la población, promoviendo el uso de medicamentos de forma eficaz, racional y previamente prescripto por un profesional de la salud. Esto se debe a que existen ciertas sitaciones médicas ya diagnosticadas y conocidas por el paciente en donde de manera anticipada se le indica la dosis, los intervalos y las posibles reacciones, inclusive en el momento en que deberá volver a consultar al médico si la medicación no funciona.

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De hecho es frecuente tener en la casa un botiquín familiar, el cual puede contener ciertos medicamentos como analgésicos, antifebriles, antiheméticos y antialérgicos. Para hacer un buen uso de los medicamentos se tienen que tener en cuenta una serie de cuidados, entre los que se pueden mencionar revisar la fecha de caducidad, ubicarlos fuera del alcance de los niños, identificar alergias, leer el prospecto y conocer la interacción con otras medicaciones.

Ante la presencia de algún síntoma en lugar de recurrir a la automedicación, es necesario consultar con un profesional médico, quien podrá indicarte el diagnóstico y el/los medicamento/s necesarios para tratar la patología.

Servicio de Clínica Médica