Cáncer de próstata: últimos avances diagnósticos

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La incorporación de tecnología en el ámbito de la salud posibilita adelantos en relación a la detección y abordaje de diversas enfermedades. El diagnóstico de ciertas patologías, tales como las de próstata, ha sido eje de estudio en los últimos años. La búsqueda constante de una mejor calidad diagnóstica nos impulsa a aplicar métodos de imagen actuales para estudiar a pacientes con estas enfermedades.

Las cifras sobre cáncer de próstata en nuestro país no son alentadoras: según el Instituto Nacional del Cáncer, en Argentina es el tumor más diagnosticado en hombres adultos y la tercera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. Dado que el tumor que provoca esta enfermedad es silencioso, resulta sumamente importante detectarlo precozmente, ya que las posibilidades de sobrevivir al mismo dependerán de lo temprano que se efectúe el diagnóstico. Por esta razón, los chequeos urológicos deben realizarse de forma periódica y no esperar la aparición de síntomas.

Es importante aclarar que, en caso de presentarse síntomas como problemas para orinar, sangrado en la orina o dificultades en el ámbito sexual, es necesario consultar a un urólogo sin importar la edad del paciente.

Generalmente, el especialista suele incluir en el chequeo prostático de rutina un examen físico, una ecografía del aparato urinario, y un análisis de sangre, el cual incluye la medición de una sustancia llamada Antígeno Prostático Específico. Se trata de una proteína que, si bien se encuentra en mayor proporción en el semen, su medición en sangre es utilizada para detectar de forma precoz el cáncer de próstata, pese a no ser un elemento determinante. Si bien los hombres que no tienen este tipo de cáncer, por lo general, presentan niveles de Antígeno menores a 4 nanogramos por cada mililitro de sangre, no todo aumento en dichos valores son causados por la presencia de un tumor maligno. Factores como la edad, el agrandamiento benigno de la próstata (denominado hiperplasia prostática benigna), procesos infecciosos o inflamatorios, pueden ser algunas de las causas que provoquen el aumento del Antígeno Prostático. Por otro lado, hay pacientes que han presentado cáncer de próstata aún con valores de Antígeno Prostático dentro del rango de la normalidad.

Por su parte, la ecografía de las vías urinarias incluye el control de riñones, vejiga y próstata con la intención de detectar cualquier anormalidad que pudiera ser sospechosa. Otro método diagnóstico complementario y que suele provocar ciertas inquietudes en los hombres es el examen dígito rectal. A través de este estudio, el profesional palpa la próstata con el fin de revisar su consistencia, tamaño y uniformidad. Si bien este examen puede resultar incómodo, en la mayoría de los casos, no es doloroso y se realiza en poco tiempo. En pacientes jóvenes y sin síntomas no está indicado este control, pero quienes por voluntad individual acudan a la consulta serán asesorados y controlados.

Cuando existe la sospecha de un tumor oculto, ya sea a partir del análisis del Antígeno Prostático o porque al revisar al paciente el urólogo notó algún área de endurecimiento en la glándula, seguramente se sugerirá la realización de una biopsia (punción). La misma consiste en tomar pequeñas muestras del tejido de la próstata que serán analizadas para encontrar una respuesta a la situación del paciente.

Tradicionalmente, las biopsias se realizaban a ciegas, es decir, sin saber con precisión si en el lugar que se punzaba estaba o no el tumor. Este tipo de biopsia se conoce como randomizada (aleatoria) o al azar, y se realiza bajo visión directa mediante ecografía.

Con el uso de la resonancia magnética se ha logrado identificar cuáles podrían ser las áreas sospechosas y hacia dónde debería dirigirse la biopsia para encontrar el tumor. Este nuevo abordaje se conoce como biopsia cognitiva o por fusión de imágenes. Consiste en fusionar o complementar la biopsia guiada por ecografía con la información provista por la resonancia magnética de próstata.

En Sanatorio Allende realizamos un manejo integral de la patología con profesionales especializados en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata, acompañando al paciente y a su familia desde la consulta inicial, en la toma de decisiones y durante todo el proceso de atención.

Las modernas tecnologías médicas, sumada a la experiencia profesional, mejoran nuestra salud, efectivizan los diagnósticos y contribuyen a una mejor calidad de vida.