El acompañamiento de la familia en el transcurso de la enfermedad ayuda a sobrellevar ciertas emociones que el paciente puede ir experimentando. Gracias a la solidaridad de quien acompaña y del cuerpo médico, el proceso se hace más llevadero para todos, principalmente, para el paciente.
Recibir el diagnóstico de Cáncer, implica ingresar a un universo de incertidumbres, desde cómo será la evolución futura, el pronóstico, en qué consistirá el tratamiento. Sumado a la carga cultural e histórica que la palabra encierra, y cómo esto puede afectar socialmente.
Frente a esta situación, los servicios de salud se comprometen en el acompañamiento clínico, orientando a la persona en cada una de las etapas, y desde este punto, siendo un sostén para ellas.
En algunos casos, a esta tarea se suma la familia, no como simples observadores, sino asumiendo un rol activo de cuidadores del paciente. Esto requiere de una gran vocación y predisposición por parte de ellos. Por lo tanto, conocer las etapas luego del diagnóstico, qué actitudes puede tener el paciente y cómo puede ayudar el cuidador o cuidadora, es fundamental para afrontar esta situación.
Enfrentar situaciones complejas implica hacer frente a un sinfín de emociones que hacen reaccionar de distintas formas. Entre las respuestas más frecuentes se encuentran:
A veces estas reacciones se prolongan y superponen. Cada uno de los actores del acompañamiento del paciente oncológico, familiares, equipo de salud, instituciones, deberían conocer estas etapas y ayudar al paciente a superarlas, entendiendo que el Cáncer es una enfermedad más. Que, si bien convivirá con el paciente, de ningún modo puede desplazarlo de la posibilidad de llevar adelante su vida.
Frente a estas etapas, la actitud de la persona puede ir variando, dependiendo de muchas circunstancias. A efectos prácticos se pueden mencionar tres actitudes, y es importante que el cuidador sepa identificarlas objetivamente, para comprender la situación en la que se encuentra con el paciente.
El paciente puede tener una actitud:
Uno de los desafíos de los familiares es mirar el presente como una oportunidad de cambio en relación con el paciente. Su rol activo consistirá en organizar y dividir el acompañamiento, asignando tareas, y aliviar las preocupaciones del paciente, involucrándose en la burocracia que supone el proceso de un tratamiento.
La comunicación es una fiel aliada para ayudar a los familiares que estén atravesando una situación compleja con su salud. No solo escuchando sino aprendiendo a dialogar con ellos. Esto ayudará, además, a conocer cuáles son sus necesidades y expectativas. Para lograrlo es importante:
Acompañar en el cuidado de un paciente oncológico no es sencillo. Sabemos la intensa repercusión emocional y psicológica que genera tanto en quien lo padece como en aquellos con un vínculo emocional con él. Es por ello que nuestro Sanatorio brinda las herramientas y acompaña a los cuidadores reforzando la importancia de los aspectos positivos que se encuentran en el asistir.
Dra. Maite Funes - Servicio de Oncología Clínica
octubre 3, 2023
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