Los últimos avances tecnológicos están orientados a consolidar equipos híbridos, siendo este el caso del PET que tiene acoplado un Tomógrafo Computado. La fusión de dos equipos en uno posibilita obtener, de manera secuencial, una serie de imágenes metabólicas o funcionales de cada segmento corporal explorado y vincularlas con las representaciones anatómicas o morfológicas que se logran de la tomografía computada.
Al combinar la información de un único equipo, es posible obtener imágenes más precisas y de mayor calidad, pudiendo detectar alteraciones funcionales y morfológicas (forma, color y estructura del organismo) al mismo tiempo.
Recientemente, el Servicio de Imágenes Moleculares de Sanatorio Allende incorporó un PET CT de última generación. Esta técnica no sólo revoluciona el diagnóstico de enfermedades oncológicas, sino que además presenta múltiples beneficios para el paciente, los cuales están orientados a la realización de dos estudios en el mismo momento (sin la necesidad de cambiar de posición) y a la disminución del tiempo que dura el desarrollo del estudio.
Los resultados obtenidos durante el examen les permiten a los profesionales modificar procedimientos quirúrgicos y tratamientos (como quimioterapia y radioterapia) con el fin de obtener resultados más efectivos. El nuevo equipamiento proporciona información única del cuerpo del paciente y una mayor precisión diagnóstica, disminuyendo notablemente el margen de error en los estudios.
Si bien cualquier persona puede realizarse este examen, la única excepción son las mujeres embarazadas. Esta restricción se debe a que si bien se utiliza dosis de radiación similares a los de otros estudios de diagnóstico por imágenes con radiaciones, podría afectar al bebé. El profesional médico y técnico que realiza este estudio está capacitado para reducir la radiación recibida por el paciente, por ejemplo, adecuar la dosis a su peso o bien hacer una parte del estudio (la CT) de mayor o menor calidad para usar más o menos radiación. La eliminación de la radiación por parte del organismo del paciente es muy rápida, debido a que se trata de radioisótopos de vida media muy corta, como si fuera una pila que se agota rápidamente.
Estos radioisótopos se unen o son marcados con moléculas que tienen como función transportar los emisores de positrones a los tejidos u órganos para su examinación. Dentro de las indicaciones principales se encuentran: por un lado, patologías oncológicas: linfomas, tumores (digestivos, ginecológicos, músculo-esqueléticos, neuroendrocrinos, otorrinolaringológicos), diagnóstico de metástasis (de cáncer de páncreas, bronco-pulmonar, mama, próstata), carcinomas tiroideos y mieloma múltiple; y por otro, infecciones no oncológicas: neurología (demencia, epilepsia, Parkinson), vasculitis, fiebre de origen desconocido e infecciones.