Los trastornos depresivos que afectan la psiquis de una persona, pueden manifestarse de diversas maneras. Habitualmente, el paciente puede disfrazarlos de una extrema felicidad o interpretarlos erróneamente. Desde Sanatorio Allende te explicamos cómo identificar cada caso y en qué consiste el tratamiento.

La depresión es una condición de salud mental formal, no una elección personal. El bajo estado de ánimo, los sentimientos de profunda tristeza o desesperación y la pérdida de interés en la vida cotidiana, son los síntomas más característicos. Pueden estar presentes todo el día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.

En el mundo, 280 millones de personas conviven con la depresión siendo la principal causa de discapacidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien las personas entre 30 y 40 años tienen mayor predisposición a padecer este problema de salud, puede afectar en cualquier etapa de la vida.

A lo largo de 2020 y con el inicio de la pandemia, hubo un incremento del 27,6% en los casos de trastornos depresivos mayores y del 25,6% en los casos de trastornos de ansiedad a nivel mundial. No obstante, y de acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V), existen muchos tipos de depresión y diferentes maneras en que las personas enfrentan sus síntomas.

El nivel de incomprensión que existe en la sociedad sobre esta enfermedad es muy elevado. Entre otras cosas, genera cierto recelo en quien padece depresión, provocando que oculte sus síntomas o los disimule.

Bajo este contexto, desde el Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende describen dos tipos de depresión que, si bien no están dentro de las clasificaciones clásicas, existen y son una consulta frecuente en el consultorio: depresión enmascarada y depresión sonriente.

Depresión enmascarada: ¿a qué síntoma prestar atención?

Se trata de un tipo de depresión que además de síntomas psicológicos, tiene manifestaciones corporales. Frente a esto, es habitual que el paciente visite a diferentes profesionales buscando el origen físico y no psíquico de su malestar.

Esta circunstancia, no solo demora el diagnóstico del Trastorno Depresivo Mayor, sino que también genera una cierta resistencia a la hora de aceptarlo como tal.

Los síntomas físicos más frecuentes y que suelen causar confusión son:

Dolor de espalda, dolor muscular, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza, frecuencia cardíaca rápida o palpitaciones, fatiga, dolor de estómago o problemas gastrointestinales, fluctuaciones de peso.

Las manifestaciones psicológicas son:

Falta de energía, fatiga o agotamiento, irritabilidad, arrebatos o cambios de humor, pérdida de interés o placer en actividades que antes disfrutaba, sentimiento de inutilidad o culpabilidad, dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, pensamientos de muerte o suicidio.

Manifestaciones físicas del Trastorno Depresivo Mayor. Foto: Depositphotos. / Sanatorio Allende.

Depresión sonriente: no todo es lo que parece

Cuando la persona elige de manera consciente mostrar una faceta feliz de su vida mientras a su vez, tiene pensamientos depresivos puede estar experimentando un tipo de depresión “sonriente”.

Su nombre viene ligado a que las emociones que denotan debilidad y susceptibilidad tienden a ocultarse a través de una apariencia externa feliz. Las redes sociales no son las mejores aliadas en esta instancia, ya que con el fin de adaptarse a ciertos estándares, las personas suelen mostrar una apariencia de felicidad que no se corresponde con la realidad.

No obstante, una “fachada feliz” a veces puede desgastarse lo suficiente como para que salgan a la luz pequeños signos que den pie a una consulta con un profesional de salud mental, antes de que los síntomas se profundicen.

Entre los signos característicos de la depresión sonriente encontramos:

  • Hablar más filosóficamente de lo normal.
  • Poner excusas para no salir con amigos.
  • Estar o parecer distante.
  • Presentar dificultad para tomar decisiones

 

Por esto mismo es importante registrar cómo se siente uno y cómo se ve el mundo exterior. Por ejemplo, preguntarse cuando está solo, ¿expresa sus sentimientos a los demás? De no ser así, puede estar experimentando manifestaciones de una depresión sonriente.

Apariencia de “felicidad” en redes sociales. Foto: Depositphotos / Sanatorio Allende.

¿La depresión tiene cura?

Si bien no existe cura para la depresión, existen tratamientos eficaces que ayudan con la recuperación anímica, psíquica y física del paciente. Estos abarcan métodos psicofarmacológicos, indicados por un psiquiatra y psicoterapéuticos, a cargo de profesionales de Salud Mental.

Además, la escucha adecuada posibilita que la persona pueda elaborar y asociar los sucesos o eventos negativos que lo han impactado. Reconocer y aceptar la enfermedad depresiva permite al paciente solicitar ayuda, y al entorno más cercano contener y acompañar, ya que la recurrencia en el devenir de la enfermedad es frecuente.

El Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende brinda atención psicológica y psiquiátrica a pacientes a través de un abordaje integral desde lo humano, ético, científico y tecnológico.

 

Doctora Saavedra Piorno Andrea

Servicio de Salud Mental

Sanatorio Allende


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