Usar excesivamente las pantallas o permanecer con la mirada fija durante un tiempo prolongado puede ocasionar molestias en los ojos. Te compartimos recomendaciones que ayudan a prevenir la vista cansada.
La mayoría de las actividades que realizamos habitualmente involucran el uso de la computadora o el celular, incluso durante varias horas seguidas. Esta actividad visual prolongada (sumada con algunos factores predisponentes) puede producir sensación de ardor, pesadez, lagrimeo, ojos rojos y picazón. En algunas personas desencadena dolores de cabeza importantes, visión borrosa durante la actividad (o posteriormente) y, desde hace algunos años, se ha relacionado con desarrollo de miopías leves.
Una de las frases más escuchadas en el consultorio oftalmológico es la de "doctor, siento la vista cansada". Este malestar se puede considerar como fatiga visual, es decir cualquier actividad que requiera el uso de los ojos de manera intensa. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando se lee, cuando se escribe, cuando se conduce o con el uso de pantallas de televisión, celulares o consolas de juegos. La fatiga visual es una condición común que no revierte mayor gravedad. Sin embargo, es considerada como una de las visitas más comunes al oftalmólogo, llegando a alcanzar más de 10 millones de consultas oftalmológicas por año a nivel mundial.
Esta condición se da tanto en hombres como en mujeres de cualquier edad, aunque las personas cercanas o mayores a los 45 años están más predispuestas a padecerla. Asimismo, cada vez se observa con mayor frecuencia en edades más tempranas.
Algunos de los síntomas y signos más comunes de esta condición son:
Si bien esta afección se da con frecuencia en adultos, en los últimos años también se observa en jóvenes, debido al uso excesivo de pantallas.
Es importante destacar que la falta de sueño provoca irritación ocular. El descanso permite que la superficie ocular se lubrique y se nutra, permitiendo al ojo reparar el tejido gastado o dañado.
En consecuencia, existen una serie de recomendaciones que ayudan a prevenir la fatiga visual, entre las cuales se mencionan:
Existe una regla muy sencilla que se llama 20-20-20. Cada 20 minutos de trabajo se debe descansar 20 segundos mirando a 20 metros de distancia. Tomar pequeños lapsos de descanso favorece a que los ojos se lubriquen y se refresquen.
Normalmente, el ojo del ser humano parpadea entre 18 y 20 veces por minuto, pero cuando se usan pantallas esa frecuencia disminuye provocando que el ojo se seque significativamente.
Por esta razón, resulta de gran importancia realizar una consulta regular con el oftalmólogo, aún si no hay presencia de síntomas. Estas visitas anuales permiten detectar a tiempo diferentes afecciones o patologías oculares a fin de iniciar el tratamiento más oportuno. Luego de un examen oftalmológico, y dependiendo de cuál sea el problema diagnosticado, el especialista puede llegar a prescribir tratamiento con gafas, lubricantes artificiales, higiene de párpados, entre otros.
En la gran mayoría de los casos, se trata de patologías de poca gravedad, aunque muy molestas. Demorar el tratamiento de ellas produce que se perpetúen en el tiempo haciendo más difícil su control. Asimismo, es posible que, en algunos casos, se produzcan erosiones corneales superficiales produciendo intenso dolor. En los niños, la exposición prolongada se relaciona con desarrollo de miopías de bajo grado y astigmatismo.
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