La palabra escoliosis proviene del griego skoliōsis, y significa “torcido”. Se denomina de esta forma a la patología en la cual se produce una curvatura y rotación anómalas de las vértebras. La misma se presenta más comúnmente durante la adolescencia, en el momento de mayor pico de crecimiento y desarrollo de la columna vertebral y se observa cómo grandes curvas en forma de 'S' o de 'C' que afectan la alineación de la misma.
La escoliosis se caracteriza por la aparición de curvaturas en el plano frontal o coronal, esta alteración se debe a la rotación que sufren las vértebras haciendo que la estructura del cuerpo pierda su simetría natural.
La escoliosis idiopática del adolescente es una patología mucho más frecuente de lo que se cree, afectando al 3% de la población y siendo más frecuente en mujeres.
Según la edad del niño, la escoliosis puede clasificarse en tres categorías.
La mayoría de las escoliosis no poseen síntomas. Por lo que se recomienda el control y seguimiento por parte de sus médicos, familiares, pediatra o traumatólogo. Este control es de rutina, solo con un examen físico y en caso de necesidad una radiografía se puede arribar al diagnóstico.
Reconocer el grado de escoliosis a temprana edad ayuda a mejorar la calidad de vida a futuro del niño.
Es muy común que un paciente que no haya tenido jamás una deformidad en controles sucesivos, luego de un periodo de gran crecimiento desarrolle escoliosis. Por eso se recomienda controles anuales, y especialmente durante la adolescencia.
El principal motivo de la consulta traumatológica por un caso de escoliosis es el aspecto estético de la espalda.
Existen tres tipos de escoliosis idiopática del adolescente, las cuales se denominan según el grado de curvatura que alcance la columna del paciente.
En primer lugar, debemos entender que aquella curvatura que se presenta entre los 0° a 9°, no suele denominarse escoliosis ya que el término aparece cuando el grado de desviación supera los 10°.
Cuando el grado de curvatura oscila entre 10° y 25°, la escoliosis se entiende cómo leve. Ante esta situación se recomienda comenzar con trabajos de fortalecimiento y un seguimiento exhaustivo y periódico para controlar la progresión o no de la curva.
Si el desvío de la columna se encuentra entre los 25° y 45° hablamos de escoliosis moderada. En estos casos ante un paciente en crecimiento y desarrollo se recomienda el empleo de un corsé como único medio para prevenir la progresión de la misma.
Cuando la curvatura es mayor a los 45°, la intervención quirúrgica aparece como la única solución para prevenir la progresión de la curva y las secuelas antes nombradas.
Nuestros profesionales de Traumatología y Ortopedia explican que, en aquellos pacientes con escoliosis moderada, y sus huesos aún en desarrollo, se recomienda utilizar dispositivos de inmovilización tales como corsé. Este tratamiento no cura la escoliosis ni corrige la curvatura, pero evita el avance de la misma.
Y añaden: “A través de estos dispositivos se busca disminuir la severidad de la curvatura de la columna, la cual no solo causa consecuencias estéticas sino también funcionales afectando a la calidad de vida”.
Doctor Diego Tourn - Servicio de Traumatología y Ortopedia - Sanatorio Allende
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