A la disminución de la capacidad de respirar, se le suman otros signos como:

  • Tos crónica.
  • Opresión en el pecho.
  • Inadecuada oxigenación.
  • Expectoración.
  • Sibilancias (silbidos o chillidos al respirar).
  • Fatiga.

No todos los pacientes presentan el mismo tipo de Epoc, estos difieren de acuerdo al síntoma predominante y a la severidad de los mismos, generalmente condicionado por el tiempo de evolución de la enfermedad.

Muchas personas desconocen que tienen esta enfermedad, lo cual deteriora su calidad de vida.

Por esta razón, ante la presencia de algún síntoma es importante recurrir a un profesional para que pueda establecer si se trata de EPOC o de otra afección con similar sintomatología.

¿Qué provoca la EPOC?

El proceso inflamatorio se desencadena al inhalar compuestos tóxicos que destruyen, de manera gradual, las estructuras bronquiales y pulmonares.

Si bien la exposición laboral y medioambiental a largo plazo y a diferentes tipos de irritantes para los pulmones (vapores químicos, gases o polvillo) contribuyen a la aparición de esta enfermedad crónica, en el 80%  de los casos la causa principal de la EPOC es la exposición al humo del cigarrillo.

Los fumadores, tanto activos como pasivos, y aquellas personas que han dejado de hacerlo, son más propensos a dañar el aparato respiratorio, incrementando las probabilidades de padecer EPOC en la vida adulta.

La gravedad de los síntomas dependerá del daño de los pulmones. No fumar o dejar de hacerlo es la primera y más importante barrera contra la EPOC. Mientras más fuma una persona más posibilidades tendrá de desarrollarla.

Las estructuras bronquiales y pulmonares son las que se ven afectadas con la EPOC.

Existe un abanico de recursos que ayudan a dejar el hábito de fumar, y con ello a mejorar el estado de salud respiratorio.  Aunque la EPOC no tiene cura, sin embargo, realizar cambios en el estilo de vida y tratamientos alternativos pueden ayudar no sólo a respirar con mayor facilidad, sino también estar más activo y retrasar el avance de esta enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

La espirometría es un estudio sencillo, rápido, indoloro, no invasivo y de bajo costo que mide el grado de obstrucción bronquial y la capacidad pulmonar mediante un soplido.

Cuando esta prueba revela parámetros anormales indica que la enfermedad está iniciada o ya avanzada. Los neumonólogos son los especialistas encargados de efectuar este estudio, el cual no requiere de prácticas previas o pruebas de laboratorio. No se utiliza anestesia y tiene una duración aproximada de 15 minutos.

¿Esta enfermedad tiene tratamiento?

El tratamiento de la EPOC incluye, fundamentalmente, abandonar el hábito de fumar, ya que es el único factor comprobado que mejora los síntomas y que puede mejorar los valores de la espirometría. A esto pueden sumarse:

  • Broncodilatadores por vía inhalatoria.
  • Corticoides inhalados en casos de exacerbaciones de síntomas frecuentes o ante la presencia de eosinófilos (tipo de glóbulos blancos) en la citología del esputo inducido.
  • Oxígeno en el caso de pacientes con enfermedad avanzada y con valores bajos de oxígeno en sangre.
  • Ejercicios físicos aeróbicos regulares mejoran la disnea, la tolerancia al ejercicio y el sistema cardiovascular, psicológico y muscular.
  • Alimentación saludable.
  • Vacunación contra la gripe y neumonía.
  • Lo importante es que no te acostumbres a vivir con síntomas. Una consulta a tiempo te permitirá mejorar tu calidad de vida.

 

Lo importante es que no te acostumbres a vivir con síntomas. Una consulta a tiempo te permitirá mejorar tu calidad de vida.

 Dra. Uribe Echiverría, Elisa  - Servicio de Neumonología de Sanatorio Allende.