La migraña es una condición médica determinada genéticamente, a la cual se suman factores externos o ambientales, tales como estrés, ansiedad, depresión y hábitos de sueño, entre otros. El dolor de cabeza intenso es su principal manifestación, el cual suele reaparecer cada cierto período de tiempo afectando, generalmente, a un lado de la cabeza. Además de las cefaleas, la migraña puede ocasionar náuseas y vómitos, sensibilidad a la luz y al ruido, palidez e inapetencia.

Pese a que todos los tipos de migrañas se encuentran asociados al dolor, su tratamiento dependerá de la seriedad y de la frecuencia con la que se presenten los episodios. Cuando una migraña no responde o no ha respondido al tratamiento, se denomina migraña refractaria.

¿Cuándo se considera una migraña verdaderamente refractaria?

  • En primer lugar, debe existir la confirmación de una migraña o migraña crónica (más de 14 días al mes con episodios) y descartarse una causa médica o secundaria como origen del problema.
  • Si el dolor de cabeza provoca interferencia significativa con el funcionamiento o la calidad de vida, pese a haber modificado disparadores, cambiado el estilo de vida e incorporado hábitos saludables.
  • Cuando los tratamientos adecuados han fallado, considerando dosis y tiempos promedios. Un tratamiento adecuado consiste en las dosis máximas tolerables durante al menos dos meses de tratamiento continuo.
  • Cuando el puntaje obtenido en la escala Midas es de 11 o más. El cuestionario Midas se utiliza para medir la discapacidad.
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  • Luego de conocer si el paciente consume excesivamente calmantes para el dolor. No siempre se cumple con las pautas de cambio que permiten definir una migraña refractaria.

cefaleas

CAUSAS. El motivo de la continuidad del dolor generalmente se encuentra asociado a conductas del paciente (Sanatorio Allende).

Las verdaderas causas de seguir sufriendo dolores de cabeza pueden no ser complejas. En la mayoría de los casos, el rol del paciente resulta determinante. El motivo de la continuidad del dolor generalmente se encuentra asociado a lo siguiente:

No se han incorporado cambios en el estilo de vida ni hábitos de salud.

Respuesta habitual: “No tengo tiempo”.

 La dosis de medicamentos preventivos no es suficiente.

Respuesta habitual: “Leí el prospecto y decidí no tomarlos más”.

 No se destina el tiempo necesario al tratamiento.

Respuesta habitual: “Transcurrieron 10 días y no noté mejoría, así que decidí dejarlo”.

 Se inicia un tratamiento, pero no se abandonan los calmantes.

Respuesta habitual: “Tengo miedo que el dolor aparezca nuevamente, por las dudas los tomé”.

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Además de las cefaleas, la migraña puede ocasionar náuseas y vómitos, sensibilidad a la luz y al ruido, palidez e inapetencia (Sanatorio Allende).

El rol activo por parte de quien padece migraña es clave para lograr cambios favorables y mejorar la calidad de vida.

Ordenar hábitos, mantener la regularidad de comidas y de horas de descanso, practicar actividad física y técnicas de relajación, y tratar problemas emocionales contribuyen tanto o más que la medicación para aliviar el dolor crónico. El dolor de cabeza se manifiesta como un problema complejo pero tratable, ya que es posible disminuir los ataques y días de dolor.

Realizar un tratamiento multidisciplinario, contar con medidas de apoyo y respaldo, disponer de información y de educación sobre el problema, y evitar la polifarmacia es la combinación recomendada. Cada persona es un desafío y cada tratamiento, un “traje a medida”.

Servicio de Neurología Adultos