Actualmente en Argentina, aproximadamente el 10% de las embarazadas presentan diabetes gestacional, uno de los factores que aumenta el riesgo durante el embarazo. Nuestros especialistas de la Unidad de Medicina Fetal analizan los motivos por los cuales un embarazo puede ser de alto riesgo.

Cursar un embarazo no es sencillo. De hecho, significa un sinfín de cambios físicos, hormonales y emocionales. Y si bien una se prepara para la llegada del bebé de la mejor manera, existen algunas situaciones que pueden hacer que el embarazo requiera de controles y atención médica aún más personalizada.

Cuando un embarazo es de alto riesgo significa que son más altas las posibilidades de que se presenten problemas de salud antes, durante o después del parto, tanto para la persona gestante como para el bebé.

Es importante identificarlos precozmente (idealmente antes de que se produzca la concepción) para estimar su importancia y disminuir así las consecuencias adversas de los mismos,

Con respecto a los factores que predisponen a cursar este tipo de embarazos, algunos de ellos están presentes desde antes de la gestación y otros aparecen o se desarrollan en el transcurso del embarazo. Edad, peso, inconvenientes en embarazos previos, cesáreas o, incluso, la exposición a agentes tóxicos externos (tabaco, alcohol, radiaciones o fármacos) son algunos de los motivos por los cuales un embarazo se puede tornar de alto riesgo.

Estos son los factores que pueden incidir en el desarrollo de embarazos de riesgo

El embarazo transcurre diferente en cada mujer. Sin embargo, existen algunas incidencias en el desarrollo de embarazos de riesgo presentes antes de que ocurra el embarazo propiamente dicho.

[caption id="attachment_130794" align="alignnone" width="960"]embarazo-alto-riesgo-sanatorio-allende El embarazo, el momento del parto, y el nacimiento son las etapas claves donde la mujer precisa de acompañamiento por parte de los profesionales de la salud[/caption]

El embarazo en los extremos de la vida fértil como la adolescencia o después de los 35 años, tiene más riesgo de complicaciones tales como parto prematuro, bebés con bajo peso o con anomalías cromosómicas y/o defectos congénitos, respectivamente.

Lo mismo ocurre con el peso, tanto el bajo peso extremo como la obesidad aumentan el riesgo de presentar abortos a repetición, bebés con bajo o muy alto peso, lo cual puede traer dificultades al momento del parto o incrementar la tasa de cesáreas. Complicaciones como diabetes gestacional e hipertensión también son más frecuentes en las pacientes que comienzan el embarazo con sobrepeso.

Cuando las mujeres han tenido un problema en un embarazo previo, son más propensas a tener algún inconveniente, a menudo el mismo, en embarazos siguientes. Así, aquella paciente que presentó preeclampsia o parto prematuro en un embarazo previo tiene más riesgo de presentarlo nuevamente en el siguiente.

Sucede lo mismo con aquellos embarazos que hayan presentado alteraciones en el crecimiento fetal o alguna anomalía congénita. Incluso el hecho de tener cesáreas anteriores aumenta el riesgo de patologías placentarias como placenta previa o que la placenta pueda implantarse sobre la cicatriz uterina (acretismo placentario).

Durante la gestación pueden surgir diferentes complicaciones propias del embarazo, que afectan
tanto a la madre como al neonato. Algunas de estas son: hipertensión (preeclampsia), diabetes
gestacional, colestasis, rotura prematura de membranas con infección intra-amniótica o
desprendimiento de placenta

También es de destacar que si la paciente presenta alguna patología clínica previa como por ejemplo hipertensión arterial, diabetes, alteraciones renales o cardíacas; estas condiciones pueden empeorar durante el embarazo complicando a la mamá o producir efectos sobre el feto (alteraciones en el crecimiento o nacimiento prematuro).

Además, la presencia de miomas uterinos de gran tamaño, malformaciones uterinas o cirugías previas en el cuello del útero predisponen a mayor riesgo de pérdidas gestacionales, parto prematuro y necesidad de nacimiento por cesárea.

Diagnóstico y tratamiento. Hoy el Sanatorio Allende cuenta con la Unidad de Medicina Fetal, una especialidad nueva y que ha crecido considerablemente en los últimos años - en todo el mundo-, la cuál se encarga del diagnóstico, seguimiento y el tratamiento de mujeres con complicaciones durante el embarazo.

La misma es la interdisciplina que nuclea hoy por hoy a los actores del equipo perinatal para optimizar el cuidado de estos embarazos de riesgo.

“Allí contamos con diferentes herramientas como el diagnóstico prenatal que nos permite realizar un cribado de muchas patologías vinculadas a embarazos de alto riesgo para poder identificar a los grupos con mayor predisposición a un embarazo de este tipo” explica la Dra. Jesica Aguilera, coordinadora de la unidad.

Cabe destacar que los tratamientos para las mujeres con un diagnóstico de embarazo de alto riesgo varían según los factores de riesgo. Por lo que es muy importante realizar la consulta médica correspondiente.

Dra.Jesica Aguilera - Unidad de Medicina Fetal - Sanatorio Allende


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