La acidez estomacal es una condición fisiológica que puede hacerse patológica, ocasionando una de las afecciones digestivas con mayor consulta médica. Desde el Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Videoendoscopia del Sanatorio Allende, especialistas explican las causas de ésta sensación de ardor en la garganta y cómo puede convertirse en una enfermedad multifactorial.

Cuando nos alimentamos o bebemos algún líquido, el elemento a incorporar en nuestro organismo viaja a través del esófago. Al llegar al estómago, se presenta ante un anillo muscular llamado Esfínter Esofágico Inferior el cuál se relaja y contrae formando así una barrera dinámica antirreflujo.

A esta estructura anatómica se le suma el diafragma crural, otra estructura muscular que funciona como esfínter extrínseco al esfínter esofágico inferior. Sin embargo, cuando ambas estructuras no cierran de manera correcta, tanto los alimentos como la propia acidez del estómago pueden volver a subir hacia el esófago, provocando el denominado reflujo.

La presión intraluminal de la Union Esofagogastrica (UEG) determina la fuerza de la barrera antirreflujo y el gradiente de presión entre el esófago (torácica) y el estómago (intraabdominal) es el responsable de manejar la fuerza para el reflujo gastroesofágico.

Otras causas del reflujo gástrico esofágico son el retardo del vaciamiento gástrico, incremento de la secreción ácida que puede ocurrir durante la noche, disminución de la motilidad del cuerpo del esófago alterando su función de eliminar el ácido que pudiera ascender hacia el mismo. Además puede existir disminución de la producción de saliva.

¿Qué consecuencias trae el reflujo gástrico esofágico?

La enfermedad por reflujo gástrico esofágico es una condición por la cual el ácido del estómago asciende al esófago y puede producir síntomas como pirosis, regurgitación o dolor torácico; lesión esofágica y extra esofágicas. Entre las lesiones esofágicas atribuidas a esta patología se consideran: las Esofagitis Erosiva Grado C y D, la Estenosis Péptica, el Esófago de Barret y el Adenocarcinoma. 

La pirosis es la sensación de dolor urente o quemazón retroesternal que asciende desde la boca del estómago a la garganta. Se puede irradiar a la mandíbula, hombro, espalda y brazos y similar a un dolor de origen coronario, se manifiesta principalmente después de las comidas y en posición acostado.

Por su parte, la regurgitación es la sensación de llenado de la boca con líquido caliente de sabor ácido o agrio, e incluso alimentos recién ingeridos. Suele producirse cuando el paciente se agacha o acuesta después de una ingesta reciente y puede asociarse a crisis de ahogo o tos, sobre todo en posición acostado. 

A diferencia del vómito, la regurgitación no es precedida de náuseas ni arcadas. 

Las manifestaciones extra-esofágicas con asociación comprobada con el reflujo gástrico esofágico son: 

  • Asma Bronquial
  • Tos Crónica
  • Laringitis Crónica 
  • Erosión Dental

¿Cómo podemos evitar la acidez que genera el reflujo gástrico esofágico?

“Todos podemos tener en alguna ocasión de nuestras vidas algún episodio de reflujo gástrico esofágico espontáneo” comenta la Doctora Claudia Córdoba, especialista del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Videoendoscopia del Sanatorio Allende. Y añade: “pero cuando estos síntomas son frecuentes o se presentan más de una o dos veces por semana se recomienda no automedicarse y consultar al especialista”. 

Otras cuestiones a tener en cuenta para disminuir la posibilidad de un episodio de reflujo gástrico esofágico son:

  • Tomar medidas higiénico dietéticas como evitar el sobrepeso o acostarse inmediatamente después de comer. 
  • Elevar la cabecera de la cama con tacos de 15 cm aproximadamente.
  • Evitar ingerir alimentos grasos, gaseosas, mentas, chocolates

Diagnóstico y tratamiento. Existen distintos estudios para el diagnóstico de la Enfermedad por Reflujo Gástrico Esofágico. Por ejemplo, la Videoendoscopia Digestiva Alta, nos puede aportar datos indirectos de reflujo gástrico esofágico con Esofagitis, Esófago de Barret, Estenosis Péptica o incluso presencia de Hernia Hiatal.

Los estudios radiológicos como el Transito Esófago Gastroduodenal se complementan con la Endoscopia para descartar enfermedades orgánicas como tumores, o trastornos motores e incluso Hernia Hiatal.

Pero el gold estándar para el estudio del reflujo gástrico esofágico es la Impedanciometría de 24hs, que debe ser precedida por una Manometría Esofágica para descartar trastornos de la motilidad del esófago y ubicar con precisión la ubicación del mismo. Existe tratamiento médico para esta patología como los Bloqueantes H2 (Famotidina), los Inhibidores de la Bomba de Protones (Omeprazol, Pantoprazol, etc). 

El tratamiento en algunos casos puede llegar a ser crónico con la menor dosis posible para mantener al paciente sin síntomas.

“En otros casos cuando el paciente no responde al tratamiento médico debemos realizar estudios más específicos como la Manometría Esofágica de Alta Resolución y la Impedanciometría de 24hs para el diagnóstico certero de reflujo gastroesofágico y si el paciente lo requiere realizar un tratamiento quirúrgico, ya sea cirugía de una hernia hiatal o una cirugía antirreflujo” concluye la Doctora Córdoba. 

El Sanatorio Allende cuenta con los métodos de estudios adecuados, Radiología, Endoscopia, Manometría Esofágica de Alta Resolución, Impedanciometría de 24hs, para el correcto diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes. 

Doctora Claudia Córdoba - Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Videoendoscopia - Sanatorio Allende


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