Las cardiopatías congénitas son alteraciones estructurales del corazón producidas por defectos en su formación durante el periodo embrionario. La incidencia de este tipo de cardiopatías es de aproximadamente 8 de cada 1.000 recién nacidos vivos, siendo una de las principales causas de morbimortalidad durante el primer año de vida.
Las causas por las que se producen las cardiopatías congénitas son desconocidas. Algunas de estas patologías presentan antecedentes familiares, por lo que podría existir algún vínculo genético.
Además, existen otros factores predisponentes relacionados a la etapa perinatal, como son las cromosomopatías, las infecciones maternas o la ingesta de medicamentos contraindicados.
Al existir diversos tipos de cardiopatías congénitas, la sintomatología es bastante variable. Algunos de los signos que presentan son:
Algunas cardiopatías congénitas manifiestan síntomas inmediatamente al nacimiento y otras se presentan clínicamente meses o años más tarde.
El diagnóstico de cardiopatías congénitas puede realizarse durante el embarazo con un alto grado de eficacia, aún tratándose de malformaciones complejas.
A partir del día 21 de gestación comienza la actividad cardíaca, pero la etapa ideal para realizar la ecocardiografía fetal es entre la semana 18 y 22 del embarazo.
La ecocardiografía fetal es un estudio simple, no invasivo y fundamental para diagnosticar y evaluar la gravedad de la mayoría de estas cardiopatías.
Durante el período postnatal el diagnóstico se realiza a través de ecocardiografías. También pueden efectuarse estudios más complejos y mínimamente invasivos (como cateterismos cardíacos) para confirmar de qué cardiopatía se trata.
Casi el 90% por ciento de los pacientes con cardiopatías congénitas requieren algún tratamiento de tipo quirúrgico o a través de catéteres. De este porcentaje, el 40% lo necesitará durante el primer mes de vida.
El cateterismo cardíaco es un procedimiento que permite diagnosticar y tratar estas malformaciones, pudiendo ser paliativo o correctivo de acuerdo a la patología que se trate.
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El diagnóstico precoz, el trabajo multidisciplinario y el uso de tecnología mejoró notablemente los resultados quirúrgicos y la supervivencia de los bebés y niños con cardiopatías congénitas.
Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica.
septiembre 10, 2019