Si bien, la mayoría de los casos no revisten gravedad, es conveniente reconocer las características del dolor para descartar problemas de mayor seriedad. Desde el Servicio de Pediatría del Sanatorio Allende, especialistas en gastroenterología infantil analizan qué podemos hacer ante la presencia de dolor abdominal en un niño pequeño.


El dolor abdominal es una sensación de molestia y disconfort que presenta el niño y que puede estar originado en cualquier zona desde la parte inferior del tórax hasta la pelvis. Éste dolor reviste de importancia ya que puede asociarse a diferentes problemas o factores. 

En este sentido, existen diferentes tipos de dolores abdominales que pueden tener relación con el origen del mismo, ya sea abdominales o extra-abdominales (intestino, vesícula, genitourinario, columna vertebral, piel, etc.). 

Los síntomas a tener en cuenta son el llanto difícil de calmar, (ya sea continuo o intermitente) la falta de apetito, vómito, fiebre, diarrea y decaimiento. 

Cuando un niño padece este tipo de molestia o dolor en la parte del cuerpo comprendida entre el pecho y la ingle, dependiendo de lo que cause el dolor, puede manifestar además otros síntomas. “Para orientarnos en la intensidad del dolor es clave interpretar y atender las manifestaciones del bebé” explica la Dra. Gabriela Oropeza, especialista en gastroenterología infantil del Servicio de Pediatría del Sanatorio Allende.

¿Qué causa el dolor abdominal en niños?

Cuando a nuestro hijo le duele el abdomen puede estar relacionado a un problema digestivo, aunque a veces la causa originaria puede ser otra patología como amigdalitis, otitis o neumonías. Según el tiempo de evolución podemos distinguir entre dolor abdominal agudo y crónico.

[caption id="attachment_138884" align="alignnone" width="960"]En pos de ayudar a aliviar el dolor abdominal en niños, lo más importante a destacar es estar atento para valorar cuándo aparece el dolor y ver que lo puede estar generando En pos de ayudar a aliviar el dolor abdominal en niños, lo más importante a destacar es estar atento para valorar cuándo aparece el dolor y ver que lo puede estar generando[/caption]

Lo que se denomina como dolor agudo puede originarse en el tracto digestivo como una gastroenteritis por una infección viral o bacteriana e incluso puede deberse a problemas no digestivos como neumonía o infección urinaria. Cuando la molestía se establece como un dolor crónico puede ser intermitente pero de duración mayor a 2 meses.

“Solo en el 10% de los casos, la causa es debido a una enfermedad de base como, parásitos intestinales, enfermedad celíaca, alergias alimentarias o enfermedades inflamatorias” comenta la Dra. Florencia Di Vincenzo, también especialista en gastroenterología infantil del Servicio de Pediatría del Sanatorio Allende. En el caso de presentar gastroenteritis, habrá diarrea con o sin vómitos y a veces cursa con fiebre.

Otro tipo de causa a la hora de hablar de dolor abdominal en niños es el denominado dolor abdominal funcional. Esto significa que el niño padece un dolor real, interfiriendo con sus actividades físicas y escolares, pero que no está causado por ningún problema médico.

  La hipersensibilidad visceral es el mecanismo más aceptado del dolor abdominal funcional y de las alteraciones motoras asociadas en las Enfermedades Gastrointestinales Funcionales.

Algunos indicios que nos pueden advertir sobre el malestar en un niño son el llanto difícil de calmar, (ya sea continuo o intermitente) la falta de apetito, vómito, fiebre, diarrea y decaimiento. 

Si mi bebé presenta dolor abdominal, ¿qué puedo hacer en casa? Los profesionales que integran el Servicio de Pediatría del Sanatorio Allende comparten un mismo objetivo: mantener la salud y el bienestar de los niños y sus familias a través del cuidado médico interdisciplinario, la educación, la investigación y el servicio a la comunidad.

En ese sentido, y como los niños menores de 3 años no suelen tener claridad a la hora de expresar directamente que les duele la panza, especialistas en Gastroenterología Infantil del Sanatorio especifican los signos de alarma a tener en cuenta en casa: 

  • Cuando se  acompaña de mal estado general, decaimiento, falta de apetito y aumenta su intensidad o lo despierta del sueño.
  • Si aparecen heces con sangre o si son blancas. 
  • Náuseas y vómitos con bilis.
  • Dificultad para tragar.
  • Cuando hay síntomas en otras partes del cuerpo como dolores en las articulaciones, aftas en la boca, ardor o dolor al orinar.
  • Pérdida de peso o detención del crecimiento en altura.

En pos de ayudar a aliviar el dolor abdominal en niños, lo más importante a destacar es estar atento para valorar cuándo aparece el dolor y ver que lo puede estar generando. Luego de ello, se pueden aplicar masajes suaves en la panza del menor e invitarlo a recostarse a una posición más cómoda

En los casos de menores de 3 años se debe acudir directamente a Urgencias si, además de episodios de dolor abdominal o llanto intenso, también existe sudoración o palidez con intervalos de tranquilidad de 15 o 20 minutos y que pueden acompañarse de vómitos. “Es importante no dar analgésicos y antiespasmódicos sin antes ser valorado por un pediatra” concluye la Dra. Oropeza, especialista en Gastroenterología Infantil del Servicio de Pediatría.

Doctora Gabriela Oropeza - Doctora Florencia Di Vincenzo - Servicio de Pediatría - Sanatorio Allende


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