Las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) son las encargadas de producir los componentes de la sangre. Las mismas se encuentran en la médula ósea, en la sangre del cordón umbilical y en la placenta del bebé recién nacido.
Al ser células madres tienen la capacidad de dividirse y generar los distintos tipos celulares presentes en la sangre (tales como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Estas se pueden donar en vida y son utilizadas en pacientes con indicación de trasplante de médula ósea.
El Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI es la entidad que lleva el registro de las personas dispuestas a donar células para ser utilizadas en trasplantes.
Según el origen de las células progenitoras hematopoyéticas, pueden realizarse dos tipos de trasplantes:
Aquellas personas de 18 a 40 años que:
Para conocer el perfil genético del donante, previamente se realiza una extracción de sangre que permite conocer su código genético.
La donación de CPH puede realizarse a través de dos métodos. Foto: Depositphotos
Donación por sangre periférica
En este método, durante los 5 días previos a la donación el donante recibe estimulantes que liberan las CPH de la médula ósea al torrente sanguíneo.
Para realizar la extracción se utiliza una técnica que permite separar la sangre de las células progenitoras hematopoyéticas (aféresis) y luego infundir la sangre extraída.
Donación por médula ósea
Este procedimiento se efectúa en quirófano utilizando anestesia general, o localizada (raquídea). El mismo consiste en realizar distintas punciones en las crestas ilíacas hasta obtener la cantidad necesaria de CPH.
El único efecto secundario es el posible dolor en la zona donde se realiza la punción. Este normalmente desaparece en menos de 48h y se controla con analgésicos.
Donar células progenitoras hematopoyéticas es un acto altruista y solidario que puede significar la cura en un paciente gravemente enfermo.
En la ciudad de Córdoba existen cuatro centros a los que se puede acudir para la donación de células progenitoras hematopoyéticas: Fundación Banco Central de Sangre, Hospital Privado de Córdoba, Banco Central de Sangre (Viejo Hospital San Roque) y el Instituto de Hematología y Hemoterapia de la Universidad Nacional de Córdoba. Para obtener más información hacé clic AQUÍ
Para conocer la compatibilidad entre paciente y donante, previo a la realización del trasplante, se utiliza el sistema de histocompatibilidad de genes que conforman el sistema HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos).
El HLA del paciente se compara con el de todos los donantes inscritos en el registro nacional del INCUCAI. La extracción de células progenitoras hematopoyéticas se concreta sólo cuando el código genético de paciente y donante son cercanos al 100% de compatibilidad.
Asimismo, el profesional que lleva adelante el trasplante tendrá en cuenta otros criterios médicos clínicos (como la edad del paciente, antecedentes familiares, entre otros factores) para considerar que un donante sea lo suficientemente compatible con el paciente.
Según el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI, 3 de cada 4 pacientes no tienen donante compatible de médula ósea en su familia y necesitan un donante.
Antes de iniciar con el trasplante, se realizan distintos estudios de forma ambulatoria para evaluar la condición del paciente previo al procedimiento. Además, se combinan tratamientos de quimioterapia y/o radioterapia para destruir las células enfermas.
Luego de la infusión de CPH, el paciente es hospitalizado en un área específica donde permanecerá de 20 a 30 días, aproximadamente. Durante ese período, se efectúan estudios de laboratorio a diario, y se le suministran antibióticos, antivirales y antimicóticos para evitar posibles infecciones. En caso de así requerirlo, se le infunden glóbulos rojos y/o plaquetas.
En el momento en que la médula ósea comienza a producir células sanguíneas nuevamente (glóbulos rojos, blancos y plaquetas), el paciente es dado de alta. Esto sucede habitualmente entre los 15 y 20 días luego de la infusión de células madres hematopoyéticas, aunque puede variar según la respuesta de su organismo.
Posterior al alta médica, el paciente debe continuar con sus controles clínicos y de laboratorio de forma periódica. Para disminuir el riesgo de infecciones, se le indican determinados antibióticos como así también inmunosupresores que permiten evitar el rechazo de las células infundidas. De forma paulatina, podrá retomar su rutina habitual.
Nueva Córdoba
enero 26, 2023
septiembre 6, 2022
abril 21, 2022