“Al momento de elegir un nuevo calzado, por lo general, se abandonan aspectos importantes sobre la salud de nuestros pies”. Así lo aseguran especialistas del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Sanatorio Allende.

La elección adecuada del calzado es esencial para prevenir y mitigar diversas patologías ortopédicas que pueden afectar nuestros pies. Aunque no existe una relación directa entre la elección del calzado y ciertas enfermedades, este puede influir en el desarrollo o empeoramiento de condiciones existentes. 

Así es el caso del juanete, el cual involucra una deformidad del primer dedo del pie, afectando alrededor del 90% a la mujer, y que no tiene identificada hasta el día de la fecha las causas. Ante ésta situación el uso de calzado angosto y con altura es el factor extrínseco más determinante para el desarrollo de ésta protuberancia ósea en la parte interna del pie.

Otro ejemplo son las úlceras en el pie en el contexto de pacientes con diabetes, sobre todo con pobres controles metabólicos. El uso erróneo de algunos calzados, predispone al desarrollo de las mismas. 

En línea general, no hay patologías que puedan desarrollarse en forma directa por la elección errónea de algún calzado

Es crucial identificar el tipo de pie y la pisada para garantizar el máximo confort. La morfología del pie se clasifica en:

  • Pie egipcio: el primer dedo es más largo.
  • Pie griego: el segundo dedo es más largo.
  • Pie cuadrado: el primer y el segundo dedo tienen la misma longitud.

Mientras que la pisada puede ser: 

  • Neutra: es la pisada en la que el apoyo se distribuye de forma uniforme.

  • Pronadora: es la pisada en donde el pie se apoya más en la parte interna. Es característico de los pies planos, donde hay un colapso del arco interno (plano) y el talón se inclina hacia afuera (valgo).

  • Supinadora: es la pisada en la que el apoyo se distribuye más en la parte externa. Contrario a lo anterior, en esta pisada hay un aumento del arco interno (cavo) y el talón se inclina hacia adentro (varo).


Cuando hablamos de tipo de pisada, debemos tener en cuenta que se necesitan términos más técnicos que están relacionados con la biomecánica de nuestro pie.

“Estos factores, evaluados en tres planos diferentes, nos proporcionan información valiosa sobre la biomecánica de nuestros pies” explica el Doctor Ezequiel Catá, especialista del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Sanatorio Allende. Y añade: “Es esencial recordar que el calzado debe adaptarse al pie y no al revés”.

Claves para elegir el calzado correcto 

Elegir el calzado correcto es un aspecto esencial para el bienestar y la salud de nuestros pies. La compra impulsiva o basada únicamente en la moda puede tener consecuencias negativas.

Existen calzados innegables en su popularidad, pero que el uso diario puede generar problemas en nuestros pies.

A grandes rasgos podemos reconocer cuatro tipo de calzados: 

  • Calzados de uso regular tipo urbanos
  • Calzados de vestir
  • Calzados deportivos

  • Calzados técnicos de protección.

La elección de un buen calzado, sobre todo para el uso cotidiano, es un aspecto importante de la salud y bienestar del cuerpo. Y por sobre todo, permite mejorar la postura y evitar lesiones

La elección de calzados muy apretados o demasiados grandes pueden generar ampollas e hiperqueratosis (callos). 

Al respecto, los factores claves que debemos tener en cuenta al momento de elegir un calzado incluyen: ajuste adecuado, soporte adecuado, amortiguación adecuada, y el material de confección.

“Probablemente el calzado de uso deportivo en todos sus variantes sea el mejor para nuestros pies” explica el Doctor Catá. Y añade: “Por otro lado, los calzados urbanos pueden ser menos cómodos en situaciones donde se permanece mucho tiempo de pie o en largas caminatas”. 

La amortiguación y la suela son factores cruciales. Un calzado con buen soporte y suela sólida, como en el caso de los deportivos, proporciona el equilibrio adecuado entre comodidad y funcionalidad.

En cuanto al calzado de uso urbano, es fundamental elegir aquellos que ofrecen buen soporte para el arco y el talón. 

Además, la elección de materiales de suela, como PVC, poliuretano, goma, cuero o caucho, afecta directamente la amortiguación y la protección del pie. En ese sentido, los calzados deportivos, con su ingeniería biomecánica y materiales sintéticos, son excelentes opciones para diversas situaciones cotidianas.

“Todos, alguna vez, hemos elegido un calzado por “amor a primera vista”, o por el precio, el color, o solo por la moda, abandonando algunos aspectos importantes en la salud de nuestros pies” comenta el Doctor Catá. Y explica: “A la hora de elegir un calzado deberíamos hacernos las siguientes preguntas. ¿Cuánto puedo gastar en el calzado?, ¿qué uso van a tener? y ¿con qué frecuencia e intensidad los vamos a utilizar?”.

Desde el Servicio de Traumatología y Ortopedia del Sanatorio Allende señalan el motivo detrás de la consulta más frecuente. Y es que a diario se reciben casos relacionados, no con problemas estructurales de los pies, sino con la elección inadecuada de calzado. 

“Es muy importante recordar que el confort no está necesariamente vinculado al diseño atractivo” añade el Doctor Ezequiel Catá. Y concluye: “Mi consejo es: tomemos decisiones informadas para mantener la salud y el bienestar de nuestros pies”.

Doctor Ezequiel Catá - Servicio de Traumatología y Ortopedia - Sanatorio Allende


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