El aire acondicionado, las altas temperaturas y los cambios bruscos de clima son enemigos de las enfermedades respiratorias. Nuestros especialistas de Neumonología nos cuentan cómo evitar que los síntomas de estas patologías empeoren en verano.

En el invierno, algunas enfermedades respiratorias como EPOC, asma, fibrosis pulmonar, suelen empeorar debido a los cambios de clima que provocan la aparición de procesos virales. Sin embargo, durante el verano también pueden verse afectadas debido a que el cuerpo trabaja más para mantener una temperatura corporal normal. Para ello se requiere más oxígeno, lo cual afecta o puede afectar al sistema respiratorio más de lo habitual. Esto provoca ciertas dificultades principalmente a personas que tienen un trastorno de disminución del suministro de aire, más conocido como hipoxia, ocasionado por las mismas patologías respiratorias mencionadas. 

Algunos de los síntomas que pueden acentuarse en esta época del año, si existe algún tipo de afección respiratoria diagnosticada, son la disnea o dificultad para respirar y las sibilancias o silbidos que se escuchan en el pecho al respirar. 

Si bien el verano favorece a las enfermedades respiratorias de origen alérgico como asma y rinitis, existen algunos motivos por los cuales éstas y otras enfermedades respiratorias crónicas suelen agudizarse durante esta estación, entre los que pueden destacarse:  

  • El deterioro de la calidad del aire: cuando el suelo llega a altas temperaturas, se forma el ozono troposférico que provoca inflamación en las vías respiratorias exacerbando los síntomas de la enfermedad subyacente. 
  • La contaminación medioambiental y laboral: todo tipo de humo, polvillos, vapores irritantes y químicos inflaman las vías aéreas provocando ataques de asma y EPOC. 


Para evitar la aparición de nuevas infecciones virales y/o disminuir los síntomas de las enfermedades respiratorias ya existentes durante época de calor es importante mantener ciertos recaudos: 

  • No fumar. 
  • Evitar contrastes de temperatura.

Es común pasar del calor extremo en la calle a ambientes climatizados. Esto puede provocar que una enfermedad respiratoria se complique. Además de que el cuerpo se vuelve más vulnerable a las infecciones y virus.

  • Precaución con el cloro en la piscina.

Mantener el cloro en condiciones óptimas (0,6 y 1 ppm) no afecta a personas con infecciones pulmonares, pero el exceso de este producto puede irritar la mucosa nasal generando rinitis. Es por eso que se recomienda controlar y limitar baños en las piscinas climatizadas. 

  • Mantener una buena hidratación.

A causa de la exposición prolongada al sol, el cuerpo tiende a sufrir importantes pérdidas de agua y dificultades para regular la temperatura. Esto podría derivar en un aumento de la temperatura corporal y llegar a sufrir un golpe de calor. Además, una buena hidratación facilita la eliminación de flemas.

  • Evitar el aire caliente y húmedo.

Ya que afecta directamente a la cantidad de alérgenos y microorganismos en el ambiente. 

  • Controlar la ventilación de los ambientes.

La medida más efectiva para mantener baja concentración de contaminantes y gérmenes en el hogar y lugar de trabajo es, además de una correcta higiene,  la ventilación diaria. En verano se recomienda realizarlo en los horarios tempranos y más frescos del día. Evitar el uso de desinfectantes, insecticidas aerosolizados, espirales, sahumerios, inciensos. 

  • Practicar actividades físicas con ciertos recaudos.

Las actividades aeróbicas, siempre recomendadas en las enfermedades respiratorias crónicas, pueden mantenerse en esta época siguiendo ciertas recomendaciones:
- Realizarla en horarios prudentes de temperatura y evitar aquellas extremadamente intensas. Los que tienen hábitos madrugadores, antes de las 9 de la mañana o de lo contrario al anochecer.
- Seguir con la medicación indicada por su médico.
- Mantener una buena hidratación antes de comenzar y al finalizar el ejercicio.

  • Mantener una alimentación saludable y equilibrada.

De ser posible, elaborada en el hogar, fáciles de digerir, evitando frituras, excesos de condimentos y de hidratos de carbono. 

Es importante mantener el aire acondicionado en óptimas condiciones de limpieza. Fuente: Depositphotos.

¿Cómo usar adecuadamente el aire acondicionado? 

Si los pulmones o vías respiratorias se ven afectados por alguna patología, es importante que en esta época se tomen ciertas precauciones al momento de utilizar el aire acondicionado. Estos aparatos enfrían el aire, quitan humedad a los ambientes y acumulan polvo, provocando efectos secundarios, como irritación de las vías respiratorias, neumonía, broncoespasmos en personas asmáticas, episodios de agravamiento de EPOC e  inflamación de mucosas.  

La inadecuada ventilación de los espacios cerrados y la falta de mantenimientos de los filtros de los aires pueden acumular gérmenes y hongos que provocan rinitis, asma y neumonía. 

Algunas recomendaciones para el uso del aire acondicionado:

  • Acondicionar el ambiente con temperaturas de entre 24° y 27°, no menos. El flujo de aire no debe ser directo sobre las personas.
  • Regular la entrada y salida del calor al frío y viceversa, evitando cambios bruscos de temperatura.
  • Mantener los filtros limpios para evitar que se acumule polvo y partículas alergénicas. 
  • A la hora de dormir, utilizar la función modo nocturno para no enfriar en exceso el ambiente durante la noche. 

 

El verano es una hermosa estación para disfrutar y se puede lograr con cuidados apropiados.  Ante cualquier caso, se recomienda consultar con un neumonólogo, más aún si los síntomas son severos o han cambiado sus características habituales.

Dra.  Loli Uribe Echevarría - Servicio de Neumología  

 


Información Útil

Neumonología

Nueva Córdoba / Cerro


Edificio Nueva Córdoba

Obispo Oro 42 - Córdoba Independencia 757 - Córdoba

5º piso

Mapa
Edificio Cerro

Pedro Simón Laplace 5749, Esq Blas Pascal - Villa Belgrano- Córdoba

1º piso

Mapa

Notas Relacionadas

Cigarrillo electrónico vs convencional: ¿sirve para dejar de fumar?

junio 2, 2023

Test de simulación de altura: un estudio para volar sin preocupaciones

febrero 9, 2023

¿Sabías que la EPOC se puede prevenir?

noviembre 15, 2022