Seguimos estando cerca tuyo, cuidando de vos y tu familia. En esta nota, desde Sanatorio Allende, te contamos cómo ayuda la nueva medicina impulsada por la pandemia.

Durante los últimos meses, el mundo fue testigo de un evento histórico relacionado con la aparición súbita del nuevo coronavirus. El mundo lucha para contener el brote de COVID-19 y los sistemas sanitarios se están esforzando para acomodarse ante la gran cantidad de infectados que aumentan día a día, así como la población a un nuevo estilo de vida.

Si bien el mundo tiene su enfoque sobre el virus que nos azota, no hay que olvidar algo que las enfermedades crónicas (que con tanto esfuerzo mutuo hemos controlado) siguen ahí, nuevas patologías aparecen y los pacientes aún necesitan cirugías o procedimientos pactados antes de la aparición del COVID-19 y la cuarentena que estamos viviendo.

La Telemedicina y la pandemia

Con la necesidad de llegar a estos pacientes, nuevas e innovadoras alternativas aparecen, como es el caso de la telemedicina con la atención médica a distancia. Hoy, en pleno siglo 21, cada persona tiene a su disposición un dispositivo conectado a internet, desde computadoras y celulares hasta televisores y otros electrodomésticos (lo llamado ‘Internet de las Cosas’), por lo que el acceso a información y a nuevas prácticas está al alcance de la gran mayoría de la comunidad.

La Telemedicina permite la comunicación en tiempo real entre los pacientes y su médico de cabecera para los casos en donde el contacto directo no es estrictamente necesario. Esto permite ajustar el tratamiento habitual, contestar dudas y aliviar el miedo o ansiedad relacionado a su enfermedad o a otra patología quedándose en su casa y reduciendo las visitas a los centros de salud.

Estas visitas virtuales no reemplazan el concurrir al centro de salud si aparecen síntomas puntuales. Por esta razón, es importante informar sobre los signos de alarma.

Para los profesionales médicos, la aparición de esta herramienta representó grandes ventajas. Por un lado, se redujo el contacto con los pacientes potencialmente infectados con COVID-19 que se encuentran asintomáticos, disminuyendo, de esta manera, la transmisión comunitaria. Además, les permite asistir a pacientes del grupo de alto riesgo (aquellos de edad avanzada o que padecen enfermedades que comprometen su sistema inmunológico), reduciendo su exposición e identificando a tiempo a los que deben ser citados para estudios complementarios o aquellos pacientes que deban internarse. Por último, pero no menos importante, el uso de la telemedicina permite ampliar el horizonte a profesionales de distintas partes del mundo, haciendo más fácil la comunicación en los casos de difícil resolución que necesiten discusión con aquellos que tengan mayor experiencia en el tema, mejorando la calidad de atención de los pacientes. Lo que en medicina comúnmente conocemos como revistas de sala (juntas médicas donde se analizan individualmente cada caso de los pacientes internados en sala común o áreas de cuidados críticos).

En los últimos meses, el Sanatorio desarrolló una historia clínica informatizada propia basada en la web, con tecnología de punta, segura, de fácil acceso, ágil y personalizable a la que los profesionales pueden acceder desde su hogar y contactar a sus pacientes para llevar a cabo las citas a través de la telemedicina. Contar con esta historia clínica permite mantener una atención continua con los pacientes conocidos y asistir a aquellos que necesitaron atención durante el confinamiento.

La tecnología y medicina

Los beneficios de la telemedicina son indudables desde el punto de vista asistencial, pero también es utilizada en otros ámbitos de la medicina. El más representativo es el espacio de formación médica. Desde que la OMS declaró el estado de pandemia mundial, diariamente se pueden encontrar cientos de teleconferencias de diversos temas que son disertados por profesionales de alto nivel y experiencia, resultando hoy bastante fácil formar parte de conferencias web con colegas del primer mundo.

Los avances de la tecnología en los estudios complementarios también es un área digna de mencionar. Resultan abrumadores los avances que se obtuvieron en los últimos años, (como ejemplo, el método que se utiliza hoy para la detección de coronavirus, hace 5 años solo se encontraba disponible en muy pocos laboratorios en el país), permitiendo día a día tener mayor sensibilidad y ser más específico en la detección de enfermedades y una mayor eficacia en su tratamiento. En el mundo, todos los días se busca incluir en cada área relacionada con la medicina nuevos métodos como la inteligencia artificial para lograr este propósito. A pesar de que todo parecen beneficios, no hay que olvidar que la tecnología nunca reemplazará la práctica médica, sin embargo, los médicos que la utilicen tendrán una enorme ventaja frente a aquellos que no lo hagan.


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