“Estoy con dolores de panza”, “Me siento lleno”, “No sé qué tengo o qué es lo que me cae así”. Estos son algunos de los relatos de jóvenes influencers en distintas redes sociales como Tik Tok e Instagram acerca de ciertas manifestaciones clínicas con las que se presenta el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado.
El fenómeno médico actualmente conocido como Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (Small Intestinal Bacterial Overgrowth, SIBO, por sus siglas en inglés) se define como una alteración en la composición microbiana, caracterizada por un mayor número de bacterias que colonizan el intestino delgado, posiblemente con algunas características de la microbiota del colon. El número de bacterias se puede determinar con precisión mediante cultivos del líquido aspirado endoscópicamente de la luz del intestino delgado.
Pese a que el dolor y la distensión abdominales, y la alteración de los hábitos intestinales, son síntomas comunes de este trastorno, estos no predicen un diagnóstico positivo de SIBO; requiriendo un testeo previo para su reconocimiento.
Las formas de SIBO difieren según las especies predominantes de bacterias que colonizan el intestino delgado, y estas dependen de su origen. Hay dos tipos bien establecidos: SIBO del tracto aerodigestivo superior (bacterias de la cavidad oral) y SIBO coliforme (bacterias del intestino grueso). “A pesar de la distinción entre los dos tipos, su importancia en la práctica clínica es limitada debido a la similitud de los síntomas y el tratamiento” aseguran desde el Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Video-Endoscopía del Sanatorio Allende.
¿Cómo reconocer y tratar el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO)?
Pese a que no hay edad para padecerlo, el SIBO cobró relevancia en redes sociales debido al análisis de uno de los síntomas principales de este trastorno: hinchazón y malestar abdominal después de comer.
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Además de los síntomas mencionados, los pacientes también pueden quejarse de fatiga crónica y problemas de concentración.[/caption]
Los síntomas más comunes, informados por dos tercios de los pacientes con SIBO, son distensión abdominal, acumulación excesiva de gases y flatulencias, sensación de plenitud abdominal, calambres abdominales difusos y alteración de los hábitos intestinales. Los pacientes también pueden quejarse de fatiga crónica y problemas de concentración.
En los casos más graves de SIBO, la diarrea puede ser grasosa (esteatorrea), lo que provoca pérdida de peso y desnutrición.
Diagnóstico y tratamiento. Otro de los llamados de atención de la presencia de este trastorno en redes sociales es la posibilidad de un autodiagnóstico por parte del paciente ante los síntomas mencionados.
“Cabe aclarar que la presencia de estas manifestaciones clínicas sugerentes de SIBO no son motivo suficiente para instaurar un tratamiento antibiótico” explica el Dr. Fabricio Franco, especialista en Gastroenterelogía del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Video-Endoscopia del Sanatorio Allende y añade: “Cualquier terapia para este tipo de trastorno siempre debe estar precedida por la realización de métodos complementarios de diagnóstico”.
Los cultivos de aspirados del intestino delgado obtenidos por video-endoscopía digestiva alta se consideran el "estándar de oro" en el diagnóstico de SIBO.
Actualmente, la prueba de aliento, técnica segura y no invasiva, accesible y rentable, se utiliza en el diagnóstico de SIBO. Las pruebas de aliento miden la concentración de gases como hidrógeno en el aire exhalado después de la administración oral de lactulosa o glucosa.
Éste test se basa en el hecho de que las células del cuerpo humano no producen los gases que se están midiendo, y el aumento de los niveles de esos gases en el aire exhalado indica un aumento del metabolismo de los carbohidratos no digeridos que se someten a la fermentación de los microorganismos que colonizan el intestino delgado. Éste estudio se realiza con éxito en el Servicio de Gastroenterología, Video-Endoscopía y Hepatología del Sanatorio Allende.
“El pilar del manejo del SIBO implica la modulación de la microbiota del intestino delgado, de una manera que conduce a la mejora de los síntomas. Para este propósito, su gastroenterólogo le recomendará dieta, terapia con antibióticos y, eventualmente, probióticos” concluye el Dr. Franco del Servicio de Gastroenterología, Video-Endoscopía y Hepatología del Sanatorio Allende.
Cabe destacar que el Servicio de Gastroenterología, Video-Endoscopía y Hepatología del Sanatorio Allende es un equipo multidisciplinario formado por profesionales de amplia trayectoria académica y científica que abordan la problemática de cada paciente en particular, a través de la consulta médica y los exámenes complementarios para arribar a diagnósticos certeros y aplicar entonces su correcto tratamiento.
Doctor Fabricio Franco - Servicio de Gastroenterología, Video-Endoscopía y Hepatología - Sanatorio Allende
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