El aneurisma cerebral es una enfermedad desvastadora cuando se presenta con hemorragia cerebral debido a su ruptura. Aproximadamente la mitad de los pacientes fallecen o quedan con secuelas neurológicas de diferentes grados.
Un aneurisma cerebral se define como una protuberancia formada en un vaso sanguíneo dentro del cerebro debido a la debilidad en la pared de la arteria y a la presión de sangre que por él fluye. Esto genera un aumento en el tamaño del aneurisma y una posible ruptura del mismo. Cuando se presenta un derrame o una ruptura del aneurisma se produce lo que se denomina como un accidente cerebrovascular hemorrágico o hemorragia subaracnoidea.
El riesgo general estimado de ruptura de un aneurisma una vez diagnosticado es del 2% por año, siempre dependiendo del tamaño (pequeño, grande o gigante), localización anatómica y número de aneurismas.
Los aneurismas cerebrales en la población general tienen una prevalencia entre el 0,2 y el 9,9%. Estos datos hacen que está no sea una enfermedad despreciable en cuanto a su frecuencia, y la mejor opción es el diagnóstico antes de su ruptura, para poder así evitar secuelas neurológicas y muertes que se pueden evitar con un diagnóstico tratamiento precoz.
El síntoma que puede hacer pensar en un aneurisma cerebral es la presencia de una cefalea intensa, muchas veces llamada cefalea centinela, referida como una cefalea fuera de lo común, de mediana o mucha intensidad, en toda la cabeza o detrás de uno de los ojos que puede confundirse con otro cuadro patológico.
¿Cómo es el diagnóstico y tratamiento de un aneurisma cerebral?
La mayoría de casos donde el aneurisma permanece intacto, no existen síntomas que evidencien la presencia de ésta enfermedad. De hecho, en algunas ocasiones, los aneurismas pueden ser detectados en pruebas por imágenes que se hacen en búsqueda de otras afecciones.
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Un dolor de cabeza intenso y repentino puede estar vinculado a la ruptura de un aneurisma cerebral o a la dilatación del mismo, previa a su ruptura (Cefalea Centinela).[/caption]
Los síntomas que pueden indicar un aneurisma cerebral se vinculan a la presencia de dolores de cabeza intensos, fuera de lo común, acompañados de vómitos, pérdida del conocimiento y algún grado de déficit neurológico menor o mayor (debilidad en la motricidad de la mitad del cuerpo, parálisis facial u ocular, alteración del lenguaje etc) . Generalmente puede estar acompañado de vómitos, y puede confundirse con un cuadro de migraña.
Otras veces se puede presentar con síntomas oculomotores, caracterizados por visión doble o de disminución de la visión de uno o de ambos ojos, o parálisis con caída del parpado unilateralmente. En otras ocasiones puede existir síntoma de déficit neurológico con disminución de la movilidad en brazo o pierna (síntoma focal) sugestivo de aneurisma gigante que imita síntomas iguales a un tumor cerebral.
En aquellos casos que se acompaña de pérdida del conocimiento puede ser manifestación de un sangrado por parte del aneurisma, lo que lo convierte en una urgencia médica.
El diagnóstico de aneurisma cerebral se hace mediante una Tomografía Computada Cerebral con Angio-Tomografía, donde inicialmente se observa si existen signos de hemorragia meníngea y la presencia o no de images sugestiva de aneurisma. Posteriormente se realiza una Resonancia Magnética cerebral con Angio-Resonancia, con el mismo objetivo, y el estudio confirmatorio y de mayor precisión es la Arteriografía cerebral Digital mediante cateterismo, estudio considerado ‘Gold Estándar’, tanto para diagnóstico como para la planificación del mejor tratamiento.
El tratamiento de un aneurisma cerebral en la actualidad, puede ser efectuado mediante tratamiento quirúrgico con clipado del aneurisma, con la exclusión del mismo de la circulación arterial y su curación definitiva, o mediante técnicas endovasculares a través de catéteres, con taponamiento del saco del aneurisma mediante la introducción de pequeños resortes de Platino en su interior a modo de tapón interno, o bien mediante la colocación de stent para obtener una obliteración del aneurisma en forma diferida.
El Sanatorio Allende cuenta con el Servicio de Neurocirugía el cual se encarga del manejo quirúrgico y no quirúrgico de determinadas enfermedades del sistema nervioso central, periférico y vegetativo. Esto incluye sus estructuras de soporte y aporte vascular.
“Los resultados de ambas modalidades de tratamientos en aneurismas que no sangraron son muy buenos, con la posibilidad de curación en un alto porcentaje de pacientes y con bajo porcentaje de complicaciones, con una gran disminución de pacientes con secuelas graves o muertes cuando se presenta esta enfermedad ya con un aneurisma roto” comenta el Dr. Enrique Herrera, jefe del Servicio de Neurocirugía del Sanatorio Allende.
Esta especialidad, además, evalúa y trata los procesos patológicos que modifican la función o la actividad del sistema nervioso, incluyendo la hipófisis y muchas veces el tratamiento quirúrgico del dolor.
Como tal, la cirugía neurológica abarca el tratamiento quirúrgico y estereotáctico de los pacientes adultos y pediátricos con desórdenes del sistema nervioso, tratamiento de los Movimiento anormales como la Enfermedad de Parkinson y las Distonías entre otros; patología de base de cráneo, patología vascular cerebral y espinal.
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