La cirugía laparoscópica constituye uno de los tratamientos más novedosos para esta patología. Conocé de qué se trata.
El cáncer de próstata es el tumor sólido más frecuente en el hombre adulto el cual tiene la particularidad de no generar síntomas hasta estadios avanzados.
Debido a esto es importante realizar estudios de diagnóstico (Antígeno Prostático Específico en sangre y examen dígito-rectal) para detectar de forma precoz la patología y elegir un tratamiento oportuno con un impacto menor de la enfermedad en la sobrevida del paciente.
Las diferentes sociedades científicas recomiendan un screening adaptado a la edad, los antecedentes familiares y controles previos del paciente.
Los hombres entre 50 y 75 años deben realizar un control anual con su urólogo. En tanto, aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata deberían comenzar con su chequeo entre los 40 y 45 años.
En caso de diagnosticar un cáncer de próstata, el siguiente paso es utilizar métodos de bioimágenes para identificar si el tumor está presente solo en el órgano o si hay evidencia de enfermedad extra prostática.
Los controles urológicos deben estar adaptados a la edad y antecedentes familiares del paciente
En la actualidad existen diferentes opciones terapéuticas que abarcan desde el monitoreo activo de la enfermedad, hasta la cirugía radical, pasando por la radioterapia externa o la braquiterapia.
Cada uno de estos tratamientos tiene sus ventajas y efectos adversos, tanto en el plano oncológico, como en las funciones de continencia de orina y potencia sexual.
Ante esta variedad de terapias es importante realizar una consulta con el urólogo especializado en patología oncológica. En dicha instancia se logra definir y consensuar con el paciente cual es el tratamiento más adecuado, teniendo en cuenta las características de su cáncer de próstata y sus inquietudes-deseos.
La Prostatectomía Radical es uno de los procedimientos indicados para esta patología: consiste en la extracción de la glándula prostática junto con las vesículas seminales. Si es necesario, se extraen también los ganglios y el tejido linfático de la pelvis.
Dado que la próstata se encuentra interpuesta en la vía urinaria, la cirugía finaliza con la unión de la vejiga a la uretra para asegurar la continuidad de dicha vía.
Esta intervención quirúrgica convencional pretende erradicar todas las células tumorales presentes en la próstata y los tejidos linfáticos en los cuales drena la glándula, donde -normalmente- se extiende la patología.
Si bien este procedimiento es muy utilizado, los avances en el campo de la investigación y tecnología permiten realizarlo por vía Laparoscópica. Esta técnica posibilita un abordaje mínimamente invasivo en el cual se utilizan pequeñas incisiones y se evita la exposición a cielo abierto.
En Sanatorio Allende contamos con un equipo de profesionales en urología, oncología y diagnóstico por imágenes, altamente capacitados para dar respuesta y acompañar a nuestros pacientes en cada una de las etapas de esta enfermedad.
Para solicitar un turno puede ingresar a miportal.sanatorioallende.com o llamar al 0810-555-2553 de lunes a viernes de 8 a 20hs.
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