Tener un estilo de vida saludable y realizar ejercicios que estimulen nuestra capacidad cognitiva pueden ayudar a mejorar y mantener activa la memoria.
Al igual que los músculos, el cerebro necesita ejercitarse a través de desafíos que potencien su capacidad de readaptarse para formar nuevas conexiones nerviosas. Esta capacidad es conocida como neuroplasticidad asociada a la experiencia.
La estimulación cognitiva comprende distintos ejercicios y actividades destinadas a mejorar y/o mantener las capacidades cognitivas de una persona a lo largo del tiempo.
Entre ellas, la memoria (proceso mental que nos permite retener y recuperar información suele verse afectada con el pasar de los años. Incluso quienes aún no llegaron a la vejez pueden sufrir una disminución de su rendimiento.
Los fallos de memoria son una de las consultas médicas más frecuentes afectando a más del 40% de las personas mayores de 60 años.
En la mayoría de los pacientes, los síntomas que motivan recurrir a un profesional incluyen dificultades para atender y recordar, como así también signos de preocupación y de ansiedad. Entre las distintas causas que pueden generar fallos en la memoria podemos mencionar el cansancio, la distracción o el estrés crónico.
Teniendo en cuenta estas variables, prevenir o diferir el deterioro cognitivo es clave para mantener la calidad de vida y así envejecer de la mejor manera posible.
En esta nota, nuestros especialistas en Neurología nos comparten distintos consejos para ejercitar y mantener nuestra memoria saludable.
Cuando nos encontramos con información nueva o relevante, aumentan las posibilidades de mejorar la capacidad de recordar algo. Así, las conexiones neuronales se reorganizan según la demanda del contexto haciendo posible que el adulto mayor se desempeñe de forma activa.
Una forma efectiva de mantener nuestro cerebro activo es estimularlo a través de juegos como rompecabezas, sudokus y memotest. Según distintos estudios, quienes realizan estas actividades desarrollan una mayor capacidad de recordar cosas que quienes no lo hacen. Para que esta estimulación sea útil lo ideal es variar en el tiempo los distintos tipos de ejercicios a fin de que signifique un desafío para el cerebro.
Mantener el cerebro activo y estimular las funciones cognitivas y la creatividad ayuda a prevenir posibles enfermedades y mejorar la calidad de vida.
Cuando todos los sentidos están enfocados en realizar determinada tarea, la capacidad de memorizar eventos se incrementa. Por esto, es importante poner atención plena en cómo percibimos lo que estamos haciendo a través de la percepción visual, gustativa, olfativa, auditiva y de tacto. Al enfocar nuestros sentidos en una actividad específica evitamos la multitarea (realizar varias tareas de forma simultánea) la cual resulta perjudicial para nuestra salud cognitiva.
Algunos estudios muestran que, al escuchar música con determinada frecuencia sonora (por ejemplo, música clásica) se activa la transmisión de información a través de las neuronas, lo que estimula la capacidad de aprendizaje y mejora el funcionamiento de la memoria.
Los juegos de mesa como puzzles ayudan a entrenar nuestras capacidades cognitivas | Fuente: Depositphotos.
La lectura es una de las actividades que ayuda a ejercitar nuestro cerebro, y más concretamente a nuestra memoria. Gracias a este hábito podemos trabajar la velocidad de procesamiento de la información, nuestra atención y la capacidad de pensamiento abstracto, además de la imaginación e imaginería visual.
Además de entrenar nuestra capacidad cognitiva a través de estos ejercicios y actividades, existen distintas medidas preventivas que ayudan a prevenir el deterioro asociado al proceso de envejecimiento y disminuyen el riesgo de padecer demencia por Alzheimer. Estos son:
En caso de presentar dificultad para concentrarse, olvidos de eventos o tareas relevantes, impaciencia o impulsividad, es recomendable realizar una consulta con un profesional para llegar a un diagnóstico oportuno.
Servicio de Neurología Adultos
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