La hiperhidrosis es una patología que se caracteriza por la sudoración excesiva en distintas partes corporales, sin necesidad de estar expuesto a altas temperaturas o de realizar actividad física.
Las zonas afectadas son -principalmente- axilas, palmas de las manos y plantas de pies, aunque también se presenta con menor frecuencia en la cara y espalda.
Si bien se trata de un problema físico que no representa un cuadro de gravedad, genera ciertas limitaciones en la vida social, anímica y laboral de quienes la padecen.
Se presenta por desórdenes del sistema nervioso autónomo y afecta a áreas con alta concentración de glándulas sudoríparas como palmas de las manos, plantas de los pies y axilas.
Según estadísticas de distintos centros de cirugía plástica privados de Argentina, el 51% de los pacientes sufren hiperhidrosis axilar; el 25% la padece en manos únicamente o en combinación con otro tipo; y el 1% sufre de hiperhidrosis palmar.
Existe la hiperhidrosis primaria y secundaria, dependiendo de la causa de origen / Sanatorio Allende
Surge como producto de una condición médica secundaria, entre ellas:
También puede producirse a razón de patologías como hipertiroidismo, agentes hipoglucemiantes, consumo de ciertos medicamentos, entre otras causas.
En primer lugar, se realiza un examen físico exhaustivo orientado a confirmar el patrón de distribución del exceso de sudor.
Una de las pruebas más utilizadas es la técnica del yodo-almidón, la cual evalúa el volumen estimado de producción de sudor y las zonas hiperhidróticas.
La gravimetría es una técnica de utilidad en pacientes cuyo diagnóstico de hiperhidrosis es incierto. En este procedimiento se utilizan filtros de papel, los cuales son pesados antes y después del contacto con la zona afectada durante un período de tiempo determinado.
Existen diversos tratamientos médicos y quirúrgicos para la hiperhidrosis dependiendo del grado de sudoración y la zona afectada.
En los casos más severos existen otras alternativas terapéuticas / Sanatorio Allende
Para casos de hiperhidrosis leve o moderada, se utilizan tratamientos tópicos como cremas, aerosoles o lociones. También pueden sumarse medicamentos por vía oral como anticolinérgicos o ansiolíticos que disminuyen la sudoración, aunque pueden provocar efectos secundarios molestos.
Para casos severos de hiperhidrosis se recurre a la toxina botulínica, una opción mínimamente invasiva que disminuye la sudoración en forma temporal (entre 4 y 6 meses). Al inhibir la producción de acetilcolina, se evita la estimulación de la glándula sudorípara.
El tratamiento con toxina botulínica consiste en inyectar pequeñas cantidades del producto en las zonas afectadas. Es un tratamiento efectivo, poco doloroso, que no requiere cuidados mínimos posteriores y no genera sudoración excesiva en otras partes del cuerpo.
Si la sudoración es sólo axilar puede realizarse una cirugía local en la zona que consiste en la resección de las glándulas sudoríparas de esta región. Al no requerir de anestesia general y efectuarse de forma ambulatoria, el proceso postoperatorio no es doloroso y posibilita una reinserción laboral rápida.
En caso que la sudoración se presente en varias zonas del cuerpo (por ejemplo, axilas y manos), es posible realizar una simpatectomía torácica endoscópica.
Esta intervención quirúrgica requiere de anestesia general y un día o dos de internación. Como efecto secundario puede producir sudoración compensatoria, la cual resulta bien tolerada por la mayoría de los pacientes.
Si presentás sudoración excesiva e inexplicable y tus actividades cotidianas se ven afectadas, te sugerimos realizar una consulta con un profesional médico para optar por un tratamiento y mejorar tu calidad de vida.
Servicio de Cirugía Estética, Plástica y Reparadora
enero 16, 2024
noviembre 22, 2023
junio 22, 2023