El término sarcopenia se presenta cómo un concepto relativamente nuevo, acuñado hace algunas décadas para dar nombre a una patología que atraviesa intrínsecamente al proceso natural de envejecer. Y en una sociedad cada vez más envejecida, los riesgos de caídas y fracturas, hospitalizaciones, discapacidad, dependencia, y mortalidad son cada vez más graves.
La sarcopenia es una enfermedad musculoesquelética que se da, con mayor incidencia, a partir de los 60 años y cuyo principal síntoma es la debilidad y atrofia muscular. Sin embargo, ésta no es la única patología que afecta a la estructura del cuerpo al momento de envejecer.
Dentro de los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento se incluyen diferentes cambios a nivel de las distintas estructuras anatómicas y funcionales del organismo y que avanzan con el paso de los años, y la mayor expectativa de vida; como son la pérdida del músculo esquelético y masa ósea, entre otros.
Tanto músculos como huesos se encuentran estrechamente relacionados entre sí. De hecho, la aplicación de fuerza sobre el hueso está originada por la contracción muscular, lo que condiciona las propiedades óseas del cuerpo. Por lo tanto, si existe disminución de la masa y fuerza muscular, la cantidad y calidad ósea también se verá afectada con cambios posturales y que se manifiestan con artrosis, dolor osteoarticular, fracturas, caídas, etc.
¿Cómo se relacionan la osteoporosis y la sarcopenia?
La osteoporosis es una enfermedad metabólica ósea que se caracteriza por baja masa ósea y que afecta a la microarquitectura corporal. Su consecuencia más grave se relaciona con huesos más frágiles y un aumento del riesgo de fracturas cómo cadera, muñeca, hombro, pelvis, cuerpos vertebrales.
La sarcopenia tiene un papel importante en la producción de la fractura de cadera debido a que incrementa el riesgo de caídas.
De esta manera, la sarcopenia es una condición que sufren la mayoría de los adultos mayores con el paso del tiempo, incrementando el riesgo de caídas y fracturas por fragilidad ósea, por lo que se propone el término de osteosarcopenia para identificar aquellos adultos mayores con mayor predisposición a éste tipo de lesiones . Estas, son la consecuencia más importante de esta enfermedad debido a que están asociadas a otras patologías que provocan una alta mortalidad y comorbilidad.
Causas y tratamiento de la Osteosarcopenia
Sarcopenia y Osteoporosis tienen su origen en múltiples factores e incluso comparten vías fisiopatológicas. La inactividad física y la postración, favorecen la disminución del número y tamaño de fibras musculares generando degradación muscular y reabsorción ósea.
El aspecto genético también se encuentra involucrado. Polimorfismos de los genes para los receptores de vitamina D, caída de mediadores químicos cómo hormonas estrógenos y andrógenos terminan siendo los causantes de la pérdida tanto de masa ósea cómo muscular.
Cabe destacar que existen ciertas enfermedades endocrinas (diabetes, hipovitaminosis D, déficit de hormona de crecimiento, entre otras) relacionadas al desarrollo de esta patología.
Además de los hereditarios, factores tales como máximo de masa muscular y ósea alcanzada, dietas inadecuadas, bajo peso, sedentarismo, tabaquismo, ingesta excesiva de alcohol, tratamiento con algunas drogas y especificaciones hormonales, también son causantes del desarrollo de osteosarcopenia.
Aunque ambas enfermedades tienen directa relación con el envejecimiento biológico, es posible prevenirlas, retardar su aparición e incluso revertirlas. En la mayoría de los casos, suele tratarse de una manera natural.
De esta manera, se corrigen los niveles de calcio y vitamina D del paciente para que mejore su densidad ósea. En ese sentido, se recomienda llevar una dieta equilibrada y rica en aportes de nutrientes vinculados a la calidad ósea.
También se recomienda una correcta exposición al sol, de manera que el cuerpo pueda sintetizar de mejor manera la vitamina D. El especialista también podría recomendar el uso de suplementos de vitamina D y calcio, sobre todo en aquellos pacientes con niveles muy bajos.
Adicionalmente, se recomienda llevar una vida activa y evitar el sedentarismo. Se recomiendan ejercicios de fuerza y cardio. Se debe evitar o realizar de manera controlada y progresiva el levantamiento de pesas, ya que este podría producirla o agravarla.
En el ámbito de la atención a la tercera edad existen dos disciplinas que coexisten en pos de analizar los cambios que conlleva el envejecimiento.
En la actualidad la gerontología es definida como la ciencia que estudia causas y consecuencias del proceso de avejentarse en todos sus aspectos, incluyendo las ciencias biológicas y médicas, psicológicas y sociológicas; además de la aplicación del conocimiento científico en beneficio del envejecimiento y de los adultos mayores.
Por su parte, la geriatría es una rama de la Gerontología y la Medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos, preventivos y sociales en la salud y enfermedad de los ancianos. Cabe destacar que es una una ciencia práctica aplicada que se ocupa de la asistencia integral a estas personas.
Nuestro Servicio de Geriatría y Gerontología cuenta con el apoyo de los demás Servicios del Sanatorio: Cardiología, Traumatología, Reumatología, Neurología (neurorehabilitación, neurorehabilitación cognitiva, fisioterapia), entre otros.
Dr. Adolfo Moyano Crespo - Servicio de Geriatría y Gerontología
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